mitja marató. Francesc Febrer fue uno de los 600 participantes en la jornada atlética del domingo - Paco Sturla

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Francesc Febrer (Ferreries, 31 años) ha vivido una experiencia aleccionadora desde el domingo a partir del desfallecimiento que sufrió en los últimos kilómetros de la Mitja Marató Illa de Menorca disputada en Ciutadella.

Deportista aventajado, -ha jugado al baloncesto federado durante muchos años-, el joven ferreriense admite que el error fue suyo y, por tanto, la responsabilidad de lo sucedido corre de su cuenta.

El lunes por la tarde fue dado de alta en el hospital Mateo Orfila, al que había sido trasladado desde el centro médico Canal Salat el domingo al mediodía, al igual que otro ferreriense, Samu Carreras (37), que había seguido su mismo camino. L.R.J. (51), el alaiorense que sufrió un ictus horas después de correr la Mitja Marató se halla estable aunque fue evacuaado ayer al hospital de Son Espases para un mejor control de su evolución.

«La verdad es que no recuerdo prácticamente nada, y lo que sé es por lo que me han ido contando, especialmente, la compañera con la que había entrenado y con la que hacía el recorrido de esta prueba».

Explica Febrer que «por lo visto empecé a correr de una forma rara, extraña, y me puse muy blanco por lo que acabé sentado en el suelo; me han contado que la gente le prestó un teléfono a mi compañera que fue la que pidió la atención médica, pero no me acuerdo de más».

Faltaban apenas un par de kilómetros para que Febrer llegara a la meta pero no pudo hacerlo. «Seguro que me hidraté mal, la responsabilidad es mía porque, además, cada uno ha de ser consciente de lo que hace; la organización incluso nos dio geles antes de empezar», indica, sin referirse en ningún momento al calor o la humedad reinantes en la matinal de Ciutadella.

En esa responsabilidad individual entra la preparación de una distancia como la de la prueba larga, poco más de 21 kilómetros, o la de 10.000 metros. Febrer considera que «estaba preparado para correr la media maraton porque la había entrenado y había recorrido esta distancia otras veces aunque nunca había disputado una oficial como la de este domingo».

El deportista ferreriense se entrena junto a una compañera entre tres y cuatro días a la semana «desde hace ocho o nueve meses, por eso creo que podía disputarla, además corría a mi ritmo, es decir, a un paso que podía resistir y ajustar a mis posibilidades».

Eso sí, la experiencia le lleva a afirmar que «hay que estar más alerta, ir con más cuidado, no es una broma». Y, más jocoso y divertido, admite que el susto «casi me cuesta el divorcio».