Los aledaños del Moll d’en Pons ejercieron de punto neurálgico de la prueba, celebrada en la mañana de ayer en Es Castell | Gemma Andreu

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Unas 300 personas, según estimaciones de la organización, corrieron en la mañana de ayer en la II Marcha 'Todos Contra el Cáncer', celebrada en Es Castell, a modo también de tercer capítulo sucesivo del ramillete de pruebas que en las últimas tres semanas han dado rienda al espíritu más solidario del deporte insular, tras Sant Lluís y Alaior, promovidas por idéntica causa.

La inscripción, inferior a la de sus precedentes, pero no por ello residual (nada más lejos), dejó una recaudación que osciló los 1.500 euros, explica José Pons Pascuchi, presidente de la AECC Mahón), que si bien «esperaba» una participación «más numerosa, sobre todo teniendo en cuenta la que hubo en Sant Lluís y Alaior, aunque entiendo que la gente también puede agotarse de modo tan seguido», destacó en cualquier caso la presencia de «corredores de todas las edades», en prueba de que el altruismo no se distingue entre jóvenes y mayores.

Uno de los instantes más emotivos de la cita (sin cronometraje ni definición de ganadores) se produjo en sus prolegómenos, con la lectura de una epístola póstuma, redactada por «Toñi d'es Castell meses antes de morir». «Ella estuvo en la carrera del año pasado y su idea era repetir en esta, pero por culpa de la enfermedad ya no está con nosotros», relata Pons Pascuchi, quién leyó la misma a los presentes antes de la salida.

En líneas generales, desde la organización destacaron la respuesta social, el desarrollo sin incidentes de la carrera así como el excelente clima que gobernó su celebración.