Maria Fiol acabó las seis etapas de la Marathon des Sables 2024 con un tiempo final acumulado de 49h:58’:10’’.

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Ni temperaturas extremas de hasta 48-50º en pleno desierto de Marruecos, ni un total acumulado de 252 kilómetros– en «una de las carreras más legendarias, desafiantes y duras del mundo», según ella– repartidos en seis exigentes etapas, ni la dureza que supone estar en medio de la nada del Sahara marroquí han podido con Maria Fiol. La corredora menorquina ya está en casa tras zamparse la Marathon des Sables 2024 con un tiempo final acumulado de 49h:58’:10’’, acabando la 32 en sénior femenino y segunda española. Y lo más importante para ella, ser ‘finisher’ corriendo con el lema, Un desierto por la salud mental, rompiendo sus propias barreras.

Una orgullosa Maria Fiol, tras finalizar la Marathon des Sables, con su merecida medalla de ‘finisher’.

Una Maria Fiol renovada

«Fue una carrera muy dura, mucho, pero la verdad es que muy reconfortante y logré disfrutarla, de principio al final», manifestaba a «Es Diari», la propia Fiol, de regreso ya a Menorca. «La verdad es que en ningún momento tuve instantes de dudar qué hacía en la Marathon des Sables porque la causa misma por la que estaba en Marruecos ya merecía la pena y si algún momento me flaquearon las fuerzas, lo único que me venía a la cabeza era el por qué lo estaba haciendo», se sinceraba la corredora del Menorca Trail Es Castell.

Maria Fiol, ya en la Isla descansado tras lidiar con una de las pruebas más duras del mundo, se emocionaba en el momento de hablar del «brutal apoyo que he tenido estos días en el desierto, de gente y familiares que me han escrito. Físicamente estaba sola en Marruecos pero realmente nunca estuve sola y además creas una gran familia con ocho días en la jaima e incluso estuve con un corredor mallorquín, David Sánchez», explicaba Fiol, única balear junto a él.

Precisamente Fiol aprovechó la presencia del mallorquín– que era su cuarta puesta en escena en la Marathon des Sables–, «para ir mucho con él, dada su gran experiencia. Al final él enfermó y pasamos muchas horas juntas en una experiencia que, pese a la dureza que muestran las imágenes, está la otra parte reconfortable, con lo que se crea, vives o sientes. Nunca estás sola y ha sido una de las carreras más increíbles que he realizado y mi vida cambió el día que decidí ir a Sables. Estás en el desierto pero estás contigo y te encuentras a ti misma, cuidando a otros, como a David, que estuve con él con 41 de fiebre».

La menorquina, curándose ella misma unos pies que tuvo perfectos.

En resumen, exclamaba la menorquina, regresa de esta épica experiencia, «una Maria Fiol totalmente diferente a la que se marchó, superando muchos de mis fantasmas y muy fuerte mentalmente para afrontar nuevos retos que vendrán en un futuro próximo», avanzaba ayer la insular, orgullosa, a nivel físico y muscular, «del trabajo previo porque me fui muy fuerte de Sables, sin apenas problemas en los pies y una trabajo de pies vital en la previa».

Un bonito desafío por la salud mental

Quien la sigue, la consigue, y Maria Fiol vuelve de Sables siendo otra. El subidón que le ha supuesto plantarse ante sus miedos ha sido el gran triunfo de la menorquina. Una gesta dedicada a quien padece o padecerá problemas de salud mental.

El apunte

«Lo intuía más duro porque lo afronté perfecto mentalmente»

«La verdad es que me lo esperaba más duro pero realmente fue porque lo supe afrontar muy bien a nivel mental», reconocía Fiol, preguntada por si había sido más o menos dura de lo previsto inicialmente. «Toda parte negativa tiene una positiva y si tú encaras con ilusión y fuerza lo sacas. Encontré la parte positiva. ¿Si volvería? Ahora digo que no pero vete a saber en un futuro», cerraba la menorquina, orgullosa de lo que acaba de hacer. «Todos los límites son mentales y si se pueden trabajar y todo se puede lograr».