Jeter. El base americano, el máximo anotador del equipo mahonés con 18 puntos

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Simón Gascón Valencia
(enviado especial)
El debut del técnico Javier Imbroda con el ViveMenorca quedó lejos del revulsivo inmediato que se pretendía. Ayer en Valencia ante el Pamesa, quedó claro que el nuevo entrenador tuvo apenas tres días para implementar sus conceptos. El equipo cayó por un aplastante 87-56, el enésimo aviso de su profundo declive que bate el récord negativo de derrotas consecutivas -8- y da paso a una semana en la que, seguro, llegarán fichajes que son más que nunca necesarios.

Con todo ello, las novedades fueron pocas. El 'cinco' inicial menorquín fue bastante clásico: Jeter, Bazdaric, Stojic, Ivanov y Eley. O sea, que el mensaje inicial era que el peso estaba en manos de las "vacas sagradas" y que el "cuatro" es Ivanov... aunque Imbroda dio a entender en varias fases del partido que es un territorio donde falta algo que se puede cubrir en las próximas horas.

El partido se inició con el Pamesa con sus problemas en la rotación por el ya sabido corte de Douglas, lo que a menudo le hacía jugar con tres "pequeños". El equipo menorquín, como ocurría ya con Casas, empezaba dando respuesta correcta al ímpetu local. Pero Imbroda no paraba de dar instrucciones, de marcar a los suyos con alguna bronca incluida.

La primera ventaja importante fue para los "taronja" con un 16-7 en los primeros 4 minutos. Pero el principal problema estaba en la facilidad que tenía el Pamesa para dominar la pintura. Imbroda se vio obligado a sentar a Ivanov cuando se colocaba con tres faltas, y por él entró Jesús, uno de los pívots que, junto con Boisa, está en el punto de mira, aunque a ambos se unió ayer también Bud Eley en su peor partido de esta temporada. Rompió la racha Jeter con un triple de los suyos (16-10).

Y Jesús se marcó un triple y un canastón posterior para ponerse las pilas (20-15), pero Avdalovic respondía con otro tiro de 6,25 que contribuía al definitivo 25-15 en el primer cuarto.

Una acción de Eley con asistencia a Bazdaric reinició el tanteo con un dos contra uno que debería repetirse más a menudo. Sacó Imbroda a Faison y Marc recortaba hasta el 25-19. Pero el Pamesa se estiraba como si nada, aprovechando además que el juego interior menorquín se cargaba de personales. Ahora era el más suelto Jesús quien sumaba la tercera falta y el 36-22 certificaba una diferencia de 14 puntos en contra a 4:46, obligando a parar el juego con un tiempo de Imbroda.
Las diferencias oscilaban siempre entre los diez puntos en contra para los de Imbroda, que veían necesario apretar los dientes para evitar que su partido se volviera peligrosamente lánguido y con los problemas de siempre: porcentajes bajos de tiro, defensa débil. Pero un parcial de 0-8 en los últimos minutos recortaba hasta un 44-35 mejor al descanso.

El objetivo en la reanudación era mejorarlo todo. Imbroda repitió equipo inicial y tocaba trabajar más, aunque Rafa Martínez clavó un triple totalmente solo, Nielsen bajo el aro anotó fácil y Williams hacía lo propio desde 6,25. Total, 8-0 y 52-35 en un minuto y cuarto. El partido estaba listo.

Jeter seguía poniéndose al equipo a las espaldas y provocaba una antideportiva sobre Matt Nielsen -excelente el australiano- al robarle un balón en el centro de la pista. Anotó sólo un tiro y en la posesión posterior Bazdaric se marcó un triple para volver al -9 de diferencia (52-43).

Ésa era la respuesta, con trabajo y presionando, para ir recortando, con la confianza que busca Imbroda, a pesar de que el Pamesa tampoco parecía que se inquietaba por mantener su diferencia, y a 1:17 volvía a ser de 15 puntos (62-46).
El melillense, percatado quizá entonces por las faltas de su juego interior o por hacer una prueba, puso a Stojic de "cuatro" y a Boisa de "cinco", algo nada normal, cuando Gusi veía una antideportiva por una acción ante Miralles muy discutible. El encuentro entraba en el último cuarto, cómodo para los locales e imposible para el Menorca (63-49).

Para encarar los últimos diez minutos, volvía Eley -su duelo con Kosta Perovic que echaba chispas, pero este hombre no está bien-, aunque Stojic seguía de "cuatro", quizá dando un mensaje subliminal de que el juego interior no produce ni defiende.

¿El partido? Pues el Pamesa cada vez más cómodo. A 3:00, 81-53, 23 puntos en contra como si nada, y con las sensaciones por los suelos para los mahoneses que sólo anotarían 7 puntos en este desastroso tramo final. El mismo Imbroda indicó en la previa -sin desearlo, claro- que podían salir de Valencia "con el rabo entre las piernas". Ayer el trastazo, quizá, fue excesivo en su diferencia final (87-56, 31 en contra). Pero el técnico -y el equipo, por supuesto- tiene mucho trabajo por delante en los once partidos que le quedan.

Imbroda: "O defendemos o no vamos a tener opciones"
El nuevo técnico del ViveMenorca encajó la derrota con cierta naturalidad, aunque seguro que la preocupación con la que llegó se multiplicó ayer viendo el rendimiento del equipo. Su análisis de la situación es el siguiente: "El equipo tiene un problema ofensivo claro, juego interior poco productivo, pero de tanto pensar en los bloqueos ofensivos la gente se ha olvidado de defender y en esta liga o defiendes o no tienes nada que hacer. O mejoramos defensivamente o lo pasaremos mal".

Más directamente sobre el choque, el de Melilla señaló que "hemos estado con los grandes con muchas faltas y poca producción y he optado con Stojic de '4' para que pudiéramos jugar con más espacios y que atrás fuéramos algo más agresivos como una opción para buscar alguna luz pero tampoco ha resultado". Imbroda reiteró que "hay mucha proecupación por el juego ofensivo porque el equipo no mete, los pivots no producen y eso hace que te olvides de la esencia del juego que es defender. Pero para defender hay que sufrir, hay que bajar el culo y pegarlo al parquet. Luego el juego ofensivo irá saliendo. Hay algunos casos concretos que ya son alarmantes. O defendemos o no vamos a tener opciones.

Tiene claro Imbroda que el partido de ayer no fue algo puntual, "hay cuestiones que se llevan arrastrando desde hace un tiempo y da la impresión que no hay reacción por lo que hay que plantearse qué hacer, el tiempo se acorta".

La necesidad de fichar es imperiosa, aunque Imbroda señalana que "no es fácil ahora porque tienes un partido el próximo domingo, luego un parón, quizás ése pudiera ser el momento".

El bajón de Eley es otro motivo de preocupación, "sí, y mucho porque es vital en nuestro juego interior, sé que lleva un tiempo que no está, tendremos nuestra conversación, no es normal, no podemos tener un pívot americano con esa valoración en un equipo modesto como es el nuestro. No es justificación para su rendimiento que el resto de pívots o produzca porque antes él sí ha rendido".