Sin opción. El ViveMenorca aguantó la primera parte ante el Barça. Tras el descanso, desapareció. En la imagen, Grimau defiende a Stojic

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Miguel Juan Urbano Barcelona
Los sueños, sueños son. El ViveMenorca tropezó ayer con su triste realidad esa que hoy a priori y a posteriori le inhabilita para pelear ante equipos de la misma categoría pero que son de otra dimensión. El combinado mahonés enarboló la bandera blanca de la rendición tras el descanso y presenció la exhibición de Fran Vázquez y Navarro. Como consuelo quedará la prometedora actuación de Steve Burtt que mostró sus cualidades de excelente anotador generándose sus propias canastas. Por contra el equipo acusó, como siempre, su escasez de recursos interiores y una falta de competitividad de acuerdo con una actitud insuficiente cuando el Barça empezó a jugar.
El partido duró, en suma, 20 minutos, el tiempo que tardó Navarro en despertarse y guiar a su equipo superior hacia una victoria cómoda, plácida frente a un rival que bajó los brazos y no quiso más lucha.

Desde el perímetro el ViveMenorca consiguió mantener sus constantes vitales en un primer cuarto intenso. Fran Vázquez desequilibró por dentro tras sustituir a Santiago por dos faltas, y el pívot gallego en estado de gracia, machacó en el aro mahonés sin que Weis pudiera detenerle. Sus seis puntos consecutivos pusieron un 14-4 en el marcador que parecía marcar el camino de una batalla imposible para los mahoneses.

Pero entonces emergió la muñeca de Steven Burtt que encontró dos triples y una canasta de dos puntos para comprimir el luminoso. Xavi Pascual ya había retirado a su quinteto titular para dar aire a un equipo que parecía cansado tras el esfuerzo de Tel Aviv, y el Menorca se mostraba expeditivo y fiable atrás. Burtt frenaba por completo a Navarro y Stojic hacía lo propio con Barton. Sólo Vázquez utilizaba la pintura y la pelea desde los 6,25 moría con un triple de Guzmán que dejaba el tanteo en 19-15.

El segundo acto resultó un ejercicio defensivo plausible en ambos bandos, aunque también uno y otro rivalizaron en errores. Imbroda, ahora con Otegui y Sundov por dentro, y poco después con Bazdaric por Stojic, disponía a sus hombres en una defensa de caja y uno con Marino sobre Navarro. La apuesta le salió bien porque el Barça estuvo cuatro minutos sin anotar producto de sus errores en el lanzamiento exterior desde que Vázquez se fue al banquillo. El Menorca, con sus problemas crónicos en el ataque estático, y sin rebote ofensivo -no capturó ninguno en los primeros 20 minutos- se sostuvo gracias a un par de contraataques y Bazdaric tuvo el triple para restablecer la igualada en el marcador con 27-24. Una doble falta a Otegui (antideportiva) y Jeter, la aprovecharon mínimamente los azulgrana para recuperar el terreno perdido en el último minuto y poner el marcador al descanso con 33-26 tras un escuálido parcial de 14-11 en esta segunda aparición.

Algo debió pasar por la cabeza del genial Navarro en los vestuarios. O quizá se mojó la cara para despertarse, y lo consiguió ¡vaya si lo consiguió!. Bajo su mando el Barça fue un rodillo que aplastó a un Menorca incapaz. Un primer tanteo de 13-2 en cuatro minutos fulminó la ilusión del equipo y de los menorquines en las gradas (46-28). Navarro rescató su sociedad con el jugador más valorado del equipo esta temporada, Fran Vázquez, y éste destrozó la canasta mahonesa una y otra vez gracias a las asistencias 'alley up' de Navarro. El rebote defensivo menorquín era un desastre y de nuevo un estirón de 5-0 puso la máxima renta hasta entonces (51-31).
Imbroda, que ya había detenido antes el partido, trató de suturar la hemorragia terminal de su equipo cambiando de pívots. Pero Urko y Sundov no mejoraron a Weis e Ivanov, que habían asistido como espectadores privilegiados a la demostración de Vázquez. El choque, ya decidido, clausuró el tercer cuarto con un sangrante 61-39 y varios adornos de los culés en ataque sin oposición.

Más allá de la retirada menorquinista de la cancha ante la fortaleza de la maquinaria azulgrana, el cuadro de Imbroda halló en Steve Burtt a su única y esperanzadora referencia, si no para plantar cara al coloso barcelonista sí para afinar su muñeca de cara a las finales que le aguardan. Burtt anotó desde todas las posiciones pero ninguno de sus compañeros llegó a los 10 puntos, mientras Sundov debutó y aportó lo que de él se puede esperar, un par de triples, apertura del juego ofensivo, y algo de intimidación.

El cuarto final no mantuvo el más mínimo interés, si acaso averiguar la cuantía final del marcador que llegó a ser de 25 puntos (65-40) al inicio de este tramo y acabó igual, es decir, 86-61, bastante ajustado a lo presenciado. Esta no es la guerra del Menorca aunque un equipo que pierde tantas batallas tiene muy complicado regresar del frente con vida. Desde ayer es el nuevo colista de la Liga.

Imbroda: "Muchos errores para plantar cara al Barça"
Habló claro de nuevo Javier Imbroda para censurar la falta de deseo de sus jugadores a pesar de la previsible derrota. Tras una primera parte de buena defensa, explicó "nuestra salida del tercer cuarto ha sido muy mala y el Barça, muy superior físicamente, ha podido correr y rebotear. Esos 18 rebotes ofensivos más perdidas nuestras les han permitido tirar 24 tiros más. Son muchos errores para plantar cara a un Barça".

Admitió que la actitud de sus hombres "podía haber sido mejor, no sé". Y explicó que en baloncesto "se gana con deseo y talento; con deseo sólo puedes ganar pero con talento sólo, no. Y yo creo que este deseo a veces uno lo echa en falta. La superioridad del Barça es clara pero no es menos cierto que en determinadas situaciones sí puedes ser más competitivo, esos. 18 rebotes en ataque es demasiado". Dijo respecto a la conexión letal de Navarro y Vázquez que "la teníamos más o menos vista y nuestro '4' debía recoger el corte de Vázquez pero a veces no lo ha hecho".

Lo mejor, claro, la aportación de Burtt. Al respecto dijo que "creo que hemos acertado con Steve y Bruno", pero reconoció que "sí, Burtt ha estado demasiado solo. Jeter no estaba acertado, quizá contra un equipo tan físico le cuesta competir; hay que ser más rápidos y atacar". Por último dijo que le fastidiaba la sensación de rendición que había dejado su equipo tras el descanso, "sí, claro y por eso lo paso muy mal, Puede ser que te falte talento pero el deseo siempre lo debes tener, me pueden coger 6 o 7 rebotes pero no 10 más y no es consuelo que sea ante el Barça".