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Se buscan forajidos. Valientes y con compromiso. No se precisa experiencia pero sí que tengan temple y que sepan hacer saltar la banca como hizo ayer, por ejemplo, el Alicante frente al Real Madrid, colista contra líder. ¿Motivo? Asaltar el Palau Blaugrana, fortín del rey europeo del baloncesto. El Menorca Bàsquet juega este mediodía el partido más especial para la afición de la Isla. La visita a la Ciutat Comtal se ha caracterizado por el masivo desembarco de valientes que tiñen de naranja las gradas de tan emblemático lugar y que se enorgullecen de entonar 'Un senyor damunt un ruc' a los cuatro vientos. El Barça no llega en su mejor momento, pero, claro, la peor versión del equipo de Xavi Pasqual, por lógica, se encuentra a años luz de las opciones del de Paco Olmos que si quiere llevarse el triunfo en Can Barça debe hacer el partido perfecto y esperar el coloso azulgrana esté por debajo de su nivel.

O imitar al CAI. El equipo de Zaragoza fue capaz de imponerse en su visita al Palau la semana pasada con una canasta sobre la bocina en un final en la prórroga que puede recordar al vivido en Alicante, pero con un argumento completamente distinto. El equipo de José Luis Abós salió muy entonado desde el primer momento, logrando una renta de 8-17, a la que el Barça respondió con un 14-0 que devolvió la normalidad al luminoso. ¿Cómo logró el equipo maño la hazaña por la que suspiran los mejores equipos de Europa e incluso los Lakers de Pau Gasol? De entrada trazó un marcaje individual a Ricky Rubio. El talentoso base tuvo a Van Rossom pegado en todo momento. Otra referencia que vio cortada su aportación fue Juan Carlos Navarro, que se encontró con un correoso Quintero. Esta labor la debe asumir Rafa Huertas.

La principal baza en contra con la que se topará el Menorca es el juego interior azulgrana. Ndong, Vázquez, Perovic y Morris son jugadores grandes y de mucha calidad, contra los que Caio, Radenovic, Donaldson y Urko deben echar el resto en coraje y dureza para frenar su calidad.

El punto a favor para los menorquines es que afronta un partido que no es de su Liga y que por lo tanto tiene mucho que ganar y poco que perder. Aunque conociendo a Olmos, el Menorca venderá cara su piel. Las molestias de Limonad, en el pie, y Radenovic, en la espalda, no les impedirán estar hoy en el Palau.