CAUTO. A pesar de la reciente victoria, el entrenador rival no quiere exceso de optimismo en su equipo - archivo

TW
0

Trifón Poch suelta frases y se guarda las palabras. El técnico del CB Granada es consciente de lo mucho que se juega su equipo que el domingo puede arañar su segundo triunfo en la cancha de un animal que está herido, el Menorca Bàsquet. El entrenador del Granada habla del partido sin problemas, aunque tampoco sin profundizar en algunos aspectos, como si se reservara algún as en la manga. El equipo nazarí ya sabe lo que es ganar en la ACB esta temporada tras la remontada ante el Estudiantes. "Para ganar al Menorca necesitamos estar todo el partido concentrados, ser capaces de olvidarnos de la gran presión que habrá en el pabellón y llevar nosotros el ritmo del partido", admite. De seguro que entre sus apuntes sobresale alguna clave más.

Poch describe al Menorca como "un equipo con mucho ritmo, muy combativo y con un grupo de jugadores con mucha movilidad, que hacen de cada partido en casa una auténtica lucha" y a la hora de destacar un aspecto, el cordobés apunta a Cuthbert Victor, "cuyas características le hacen ser un hombre exterior que suele jugar cerca del aro". Para el técnico, su equipo debe "controlar el rebote en ataque ya que es uno de los puntos fuertes del Menorca".

"Hasta ahora hemos jugado bien en nuestra casa, estando a un buen nivel ante Caja Laboral y Barcelona", explica Trifón Poch, que reconoce que "defensivamente no hemos estado como queríamos estar, aunque poco a poco vamos mejorando". Este crecimiento como equipo se pudo comprobar el pasado domingo cuando el Granada se rehizo de un parcial negativo de 17 puntos para acabar venciendo al Estudiantes 77-74. "Fue como dos partidos dentro de uno, en la primera parte estábamos perdidos y con muchas dudas, pero en el segundo tiempo llevamos el control del encuentro", agrega Poch, que espera que ese primer triunfo "ayude a que la dinámica de victorias mejore".

Pero si alguien pensaba que el bagaje de 1-4 podía afectar negativamente el ambiente en el club nazarí, está muy equivocado. "Las derrotas no nos han afectado tanto como podría parecer, ni tampoco esta victoria ha hecho que el equipo cambie tanto a la hora de trabajar; haber ganado no cambia nada", subraya el preparador del CB Granada, que describe el Pavelló Menorca como "una pista muy difícil".

Poch, que cumple su segunda temporada en Granada, después de cuatro años en Alicante, no cree que la derrota en Barcelona pase factura al equipo de Paco Olmos. "La distancia entre el Barcelona y los demás es muy grande", dice y alerta que su primer misión para sumar algo positivo de su visita a Menorca es "respetar al rival" para luego "ver cuáles son las dificultades que nos vamos a encontrar y saber hacer las cosas con el máximo equilibrio para el equipo".

Cuestionado a cerca de cómo cree que la grada del Pavelló Menorca recibirá a su equipo, el preparador nazarí admite que "debemos hacernos a la idea de la gran presión que nos vamos a encontrar, hacia los jugadores y hacia los árbitros, debemos saber cómo manejar la situación y asimilarla lo antes posibles". De lo contrario no tendrán opción de sumar su segundo triunfo.