Discutible. El criterio arbitral acabó decantando el partido hacia el Cajasol, a pesar del buen primer tiempo del equipo menorquín - photodeporte

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Mala plaza es la de Sevilla para salir con trofeo si no eres de la tierra. Al Menorca le acabaron ciñendo ayer al guión más previsible en el Pabellón de Deportes de San Pablo (75-67) donde, sin embargo, el Cajasol sudó sangre para salir airoso y si lo hizo fue, en gran parte, por las decisiones arbitrales -demasiados errores con el mismo beneficiario- que dirigieron el final del encuentro hacia los intereses locales.

Con lo justo que anda este Menorca Bàsquet, ayer se mantuvo en la lidia mientras pudo, que fue mucho porque completó quizá su mejor partido a domicilio, pero el toro sevillano no le dio tregua con una presión en el último cuarto protegida por los colegiados. Los de Olmos encadenan la tercera derrota que les sitúa un poco más cerca de la zona de descenso.

Y eso que, una vez más, el cuadro de Olmos exhibió su capacidad en un primer cuarto plausible. Desde la defensa y a partir de una excelente selección de tiro en el ataque estático, el Menorca mandó en el primer acto. Radenovic recordaba sus mejores tiempos ante su exequipo y Limonad, con penetraciones solventes situaban un interesante 9-14 en los primeros cinco minutos.

El Cajasol optaba por el lanzamiento perimetral sin acierto, y Joan Plaza movía su banquillo rotando en todas sus líneas. Triguero hacía un mejor trabajo con Rade y un triple de Urtasun, sustituto de Bullock conseguía restablecer la igualada al término del cuarto en el que Huertas había dado el descanso a Ciorciari (18-18).

El acelerón de los sevillanos amenazó con un primer latigazo al partido porque arrastraron el parcial del primer acto a un 11-2 que les ponía por primera vez por delante (22-18). Olmos reaccionaba dando entrada a Diego Sánchez y Radenovic por sus dos americanos, Donaldson y Victor. Y ahí ganó también la partida el técnico valenciano porque la pareja interior con sus dos '5', Torres y Rade, junto a la defensa del alero asturiano convirtieron al Menorca en dominador del juego, de nuevo.

Un parcial de 2-10 marcó la ventaja mahonesa (24-28). Ciorciari, colosal, asistía a Caio y Radenovic una y otra vez, al tiempo que Huertas trabajaba sin desmayo en el perímetro local. Plaza rescataba a Bullock, Ivanov y Davis y aunque el Cajasol hacía gala de su destreza en el rebote ofensivo, una última canasta de Micki Servera dejaba la máxima renta al descanso para un Menorca enormemente competitivo (34-42).

La sorpresa comenzó a cobrar forma a medida que avanzó el tercer episodio de este partido. Y es que un triple de Huertas daba la ventaja mayor al Menorca (39-49), a 6'32 del final del cuarto. La afición sevillana amagaba con una pitada a los suyos incapaces de superar el excelente entramado defensivo de Paco Olmos. Plaza prescindió entonces de sus bases naturales y dio los galones a Kirksay, quien junto a Bullock, dos triples de Urtasun y el lamentable empujón arbitral reabrían el partido.

El Cajasol ponía un parcial de 13-2 e igualaba el choque en el último minuto. La cuarta falta a Davis había devuelto la comunión entre el público y el equipo y los árbitros acusaban la presión para entrar en el tramo definitivo con un 54-54 que no hacía justicia a la superioridad menorquinista hasta entonces.

Limonad salió como base para dar descanso a Ciorciari y los triples de Victor y Torres mantenían al Menorca en la batalla. Pero la tendencia arbitral ya era clara y el Cajasol, con una presión defensiva que excedía lo permisible, crecía desde fuera con Bullock y Katelynas. Los sevillanos volvían a controlar el rebote ofensivo e iniciaban su asalto al triunfo con un parcial de 11-4 que pasaba del 54-57 al 65-61 a 5 minutos del final.

Donaldson relevaba a Torres pero en el bando mahonés la energía se había agotado.

Un par de pérdidas unidas a un par de canastas de Katelynas y a tres decisivos errores arbitrales lamentables ponían el 71-63 a 1'30 que dejaba ganador al Cajasol ante la indignación del banquillo menorquín con los tres jueces de un choque en el que sus decisiones pesaron como una losa para empujar al Cajasol hacia la victoria.

"No es mi papel hablar del arbitraje pero hay cosas que las ve un ciego", dice Olmos

Posiblemente sea de las veces que en que el técnico Paco Olmos haya mostrado con mayor vehemencia su enojo tras un partido. Se le hicieron varias preguntas, pero ayer prácticamente respondió de una vez. "En la primera parte hemos hecho un excelente partido, hemos podido cerrar la dureza ofensiva que ofrece Cajasol, de su ataque estático.

Los chicos han hecho un excelente trabajo de concentración, de intensidad y de agresividad para soportar su juego", aseveraba Olmos.

Pero su análisis fue otro para explicar el segundo tiempo. "En mi humilde opinión, ellos han dado un paso adelante para dar una respuesta defensiva fuera de límite. No hemos podido soportar ese arreón que, en muchos casos, lo que se jugaba era lo de menos. No hay más resumen del partido".

En ese momento, las palabras del valenciano sonaban muy ásperas, aunque nunca se refirió al arbitraje directamente, pero a buen entendedor... "No es mi papel tener que hablar del arbitraje. Ni el club ni yo. Pero bueno, hay cosas que las ve un ciego. Se rebasa el límite en muchas ocasiones. Se pierde concentración y no es justo como está ahora el vestuario. No voy a hablar más". Punto.

Plaza: "Ganamos por méritos propios"

El técnico local, Joan Plaza, aseguró que "si hay gente que cree que no vamos a sufrir, este es nuestro sino. Podemos permitirnos algunas licencias, pero nos toca sufrir contra Menorca y contra todo el mundo", añadiendo que "me gustaría jugar los cuatro cuartos como los dos últimos", e insistiendo en que se basó "en una buena defensa, no engañamos a nadie. Ha habido una buena reacción y hemos ganado por méritos própios, no por deméritos del rival o por el arbitraje. Me sabe mal que Olmos alegue esto. Nos han pitado más faltas a nosotros (...) Me parece totalmente inapropiado".