Hugo González. El técnico del Alaior da instrucciones a su equipo, que está lejos de su mejor nivel - Archivo

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El Alaior Menorcarentals.com volvió a tropezar ante un colista, esta vez un Mallorca, que supo esperar su momento y se terminó imponiendo a un rival mermado por las bajas de Faner y Cicerón, y que se hundió una vez más tras el descanso para terminar cediendo un partido en el que no contaba la derrota. "Todo lo que no sea ganar será un fracaso", había dicho el técnico alaiorense en la previa.

Le pasó al Alaior lo mismo que en otros encuentros. Comenzó bien, y terminó fatal, sin réplica ante el avance de los locales que hallaron todas las facilidades para remontar el partido tras el descanso y hacer de la efectividad en su lanzamiento exterior, las claves del que fue, únicamente, su segundo triunfo en todo el campeonato. Todo un mazazo para los alaiorenses.

En el primer cuarto, los de González salieron muy fuertes, y desde los primeros compases fueron estableciendo diferencias con un cuadro local que estaba algo descentrado y que vio cómo la ventaja iba creciendo hasta el 17-28 del final del parcial.

En el segundo acto, la intensidad de los locales empezó a mejorar, sobresaliendo la figura de un Jiménez que terminaría haciendo un gran partido, logrando 19 puntos y la friolera de 22 rebotes, para una valoración total de 45. Así pues, el Mallorca empezó a ser más consistente en su juego, y fue recortando la ventaja de forma sucesiva, llegando al descanso con una mínima diferencia de 5 puntos (43-48).

En la salida de vestuarios, el Mallorca se mostró muy activo, con ganas de cambiar la dinámica y con muy buenas intenciones ante un Menorcarentals que no aguantaba el ritmo y los jugadores tocados, y ayer también por las faltas de algunos de sus hombres, que provocaron un verdadero dolor de cabeza a Hugo González. El técnico no pudo impedir que el Mallorca se colocara en ventaja de forma más o menos clara, y que a partir de ese momento jugaría con ella en busca de un triunfo que se terminó certificando en un último período en que de nuevo el Menorcarentals se mostró muy débil ante un cuadro local ilusionado por la posibilidad de sumar el segundo triunfo.

Los locales no aflojaron y siguieron muy intensos en defensa, logrando evitar los ataques visitantes y dominando el rebote en las dos canastas, tal y como muestra la diferencia en términos absolutos, en los que se incluyen 16 rebotes ofensivos del conjunto local. Además el Mallorca tuvo un acierto descomunal en el tiro y se fue a los 93 puntos.