Pasado y presente. González se despidió de la plantilla y Moya dirigió ayer su primer entrenamiento - Paco Sturla

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Nando Moya es oficialmente desde ayer el nuevo entrenador del primer equipo del CB Jovent d'Alaior que milita en el grupo E de la Liga EBA, convirtiéndose así en el sexto técnico que toma la responsabilidad del equipo en las cuatro últimas campañas.

La directiva de Xavi Sáiz anunció ayer la destitución del entrenador catalán, Hugo González, que se ha mantenido en el cargo media temporada en el año del retorno a la categoría inferior por renuncia a la LEB Plata. Nando Moya, joven y emprendedor, asume un reto complicado con el máximo entusiasmo para salvar la temporada de la mejor forma posible.

Con ese mismo entusiasmo espera compensar su falta de experiencia en equipos de categoría senior puesto que su trabajo hasta ahora lo había desarrollado en categorías de formación del propio CB Jovent, del que era su director de cantera, CD Alcázar y CCE Sant Lluís.

La destitución de González responde al desacuerdo con su forma de trabajar, según ha admitido el presidente, Xavi Sáiz. En el fondo, sin embargo, subyacen dos hechos capitales que han inducido a la directiva a destituir a otro entrenador que se une a la larga relación de las últimas temporadas.

La mala marcha del equipo, especialmente tras sus dos últimas derrotas ante los colistas de la Liga, y su pésima sintonía con la comisión deportiva que lidera el portavoz de prensa, Arturo Pons, con el que se había deteriorado la relación, han acabado por costarle el puesto toda vez que el presidente sostiene que el objetivo exclusivo de este año era la permanencia.

Seis entrenadores

El banquillo del Alaior ha cambiado de dueño en seis ocasiones en las tres últimas temporadas y media que han coincidido con las cotas más altas alcanzadas por el club desde su fundación hace 20 años. En la campaña 2007-08 la directiva decidía destituir a mitad de temporada a Darío Cornejo, al que había renovado poco tiempo antes con un contrato de dos años. En su lugar contrataba a Quini García quien conseguía, gracias a una carambola en la última jornada, evitar el descenso y mantener al equipo en la Liga EBA.

La disponibilidad de plazas permitió al club lograr en los despachos un lugar en la LEB Bronce y puso el equipo en manos de Félix Alonso. El leonés logró la permanencia y el club, de nuevo, estuvo en el lugar oportuno y en el momento justo para aprovechar la reestructuración de las categorías y conseguir una plaza en la LEB Plata en el verano de 2009.

Motivos personales esgrimidos por el entrenador que quizás mejor sintonizó con los hombres fuertes del club, le llevaron a dimitir a mediados de la pasada campaña y su segundo, Víctor Pérez, ocupó entonces el banquillo.

Al término de la temporada y tras clasificar al equipo para el play-off de ascenso por la segunda vía, Pérez prefirió cambiar de aires antes que retornar a la EBA puesto que el club, por falta de ingresos y debido a la deuda acumulada, se vio obligado a renunciar a la LEB Plata.

González fue la nueva apuesta que no ha resultado según esperaba la directiva, aunque el presidente sostenga que solo tiene buenas palabras para su ya exentrenador.