Patkovic. El jugador alaiorense anotó 19 puntos ante el Llíria - Gemma Andreu

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El Menorcarentals sumó la segunda victoria consecutiva de la era Nando Moya, y lo hizo ante el tercer clasificado Llíria, por 92-81. El equipo alaiorense jugó como le gusta a su técnico: incisivo en defensa, con ayudas constantes y rápido en ataque. Salía todo y a ellos no, en parte por lo estudiado que estaba. Perfecto.

Fue así como se inició el partido. Rápidamente el cuadro local se puso con una ventaja franca. Visto y no visto, hubo un 10-2 que obligó a Nacho Rodilla a pedir el primer tiempo muerto. Joan Faner y Patkovic hacían de las suyas y el Llíria tuvo que apretar los dientes para empezar a carburar. Lo hizo cuando el Alaior se estancó en su acierto ofensivo y el Llíria empató el marcador a 14 en base sobre todo a un gran acierto de su alero García con 9 puntos. El tiempo muerto de Nando Moya era preceptivo. El partido ya estaba igualado y el cuarto finalizó con un ajustado 23-20.

Cabe destacar que las rotaciones de banquillo en ambos equipos eran constantes. Moya y Rodilla no querían que el ritmo bajara, pero dosificaban constantemente.

Así se inició un segundo cuarto que auguraba más igualdad si cabe. Bajó el porcentaje en el tiro exterior de ambos y las penetraciones a aro aumentaron, destacando en ese cometido el local Igual. A 7:34 del descanso el Menorcarentals se colocó con 31-23 tras un robo con mate de Ceada y obligó a Rodilla a parar el partido. La mala noticia, sin embargo, es que el Alaior se iba cargando de faltas. Dioum entró en el partido y su duelo con Alfonso Albert fue uno de los que echó chispas. Un triple de Dani Sánchez y una bandeja posterior suya pusieron la máxima ventaja en el marcador (38-25) a 5:45 del descanso, con un parcial de 13-0.

Eran los mejores momentos del Alaior, ante un rival al que no le funcionaba su mejor arma: el tiro exterior. El duelo llegó al descanso con una cómoda ventaja local (46-38).

Se reanudó el partido y el Llíria quiso subir un grado la defensa. Pero el Alaior estuvo, no se arrugó. Los visitantes seguían insistiendo desde fuera, pero ayer no tenían el día y los de Moya mantenían su ventaja, a 6:21, +11 (56-45). Por ahí iba cómodamente oscilando el marcador. García metió su primer triple en mucho rato, pero era el alaiorense Igual el que se marcaba un 0-6 personal con dos triples (64-52). Definitivamente la cosa iba tremendamente mal para los valencianos cuando Rodilla pidió un tiempo a 2:29 de finalizar el cuarto con 68-52 (+16) y comodísimo final de cuarto. Salía todo y el electrónico era perfecto (+18, 75-57).

Mucho tenían que cambiar las cosas para que se escapara este partido. Pero una acción de Alfons Albert y una falta posterior supuso un ajuste de marcador (77-65) que obligó a Moya a pedir tiempo al encajar un parcial de 0-7. Ahora ya le entraban los triples al Llíria, pero el Alaior aguantaba la franja de seguridad (81-71 a 5:10). Supieron gestionar bien los intentos de recorte visitantes, que acabaron protestando todo. Al final, gran victoria (92-81).