Llegada. La plantilla del Regal Barcelona, con Navarro a la cabeza, llegó ayer a Menorca - Gemma Andreu

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¿Qué se le puede decir a un equipo que va a recibir en su casa, con la moral muy tocada, a uno de los mejores conjuntos de la historia del baloncesto europeo? Cualquier discurso peliculero a estas alturas de la competición quizás caería en saco roto, por lo que sólo queda que cada jugador confíe en sí mismo, en sus posibilidades, en todo el trabajo que ha hecho para llegar hasta la ACB, en las alegrías y en las derrotas, que le enseñan a un deportista que lo más importante es levantarse y volverlo a intentar. En el sudor, en la sangre y en el orgullo que solicitaba Paco Olmos en su comparecencia previa al encuentro. Quizás sea el peor día y el peor momento para recibir al Regal Barça, pero a cada valiente le llega su turno y al Menorca Bàsquet se le abre la posibilidad de tumbar a un coloso que no es invencible, por mucho que enseñe los dientes. Y si no que se lo pregunten al CAI, al Caja Laboral, al Estudiantes o al Fuenlabrada, conjuntos capaces de noquear al gigante azulgrana este curso. Además, el Menorca ha dado en dos ocasiones con la tecla adecuada para ganar al líder de la ACB. Que la toquen otra vez.

Por mucho que se intente rodear el partido de este mediodía de un aura especial como el que en la primera temporada en ACB permitió al equipo de Curro Segura doblegar al Barça (82-70), lo cierto es que a la mala dinámica hay que sumarle la importantísima baja del pívot Iván Radenovic, que sufrió una distensión del ligamento lateral externo del tobillo derecho en Granada que le impide jugar, como mínimo, hoy. Además, tal y como desveló Paco Olmos, a los dolores ya sabidos de Ciorciari se le unen los de Rafa Huertas en su muñeca.

Por el Barça, las bajas también son importantes. Pete Mickael está fuera del equipo por lesión y Xavi Pasqual tampoco podrá contar con el pívot gallego Fran Vázquez, que se lesionó el jueves en la victoria de su equipo ante el Cajasol en casa, ni con el alero Joe Ingles, que sufre una elongación en el gemelo y que obligó a ambos a quedarse en Barcelona descansando por precaución dada la carga de partidos que llevan acumulados los azulgranas entre Supercopa, Copa, ACB y Euroliga. Pasqual participará, un año más, en el Basket Camp 2011 Biosport en Ciutadella.

Un bagaje de 2-2

No se debe descartar la victoria del Menorca tan fácilmente. Los menorquines saben qué es ganarle al Barça en el Pavelló Menorca. Lo lograron en el primer año ACB por 82-70 y también en la temporada 2007-2008, cuando los azulgrana claudicaron por un claro 85-68. El balance de 2-2 invita, por qué no, a un mínimo halo de optimismo.