Victor. Fue determinante en Manresa en la victoria y, ya recuperado, puede volver a serlo hoy - Archivo

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Encuentro con carácter terminal el que va a disputar este mediodía en Maó el Menorca Bàsquet ante uno de sus escasos rivales predilectos en la Liga ACB, el Assignia Manresa al que siempre ha vencido en Bintaufa. Se trata del segundo 'match ball' para salvar el descenso a la LEB que continúa pareciendo inevitable a falta de sólo tres jornadas para el final del campeonato y una distancia demasiado alargada respecto a los equipos que marcan la frontera de la permanencia.

Sin embargo la pérdida de la categoría aún no está consumada y el propósito pasa ahora por prorrogar esta opción de agarrarse al clavo ardiendo una semana más, consistente en ganar esos tres partidos finales y que el Manresa los pierda.

Sabe el grupo de Paco Olmos que está perfectamente a la altura de este Manresa. De hecho, ya consiguió batirle en el Nou Congost en la primera vuelta del campeonato. Desde entonces el Menorca emprendió su camino hacia el descenso puesto que sólo ha sido capaz de sumar una victoria más pero la última sucesión de derrotas de Alicante y el propio Manresa han ralentizado el trayecto y todavía le mantienen vivo en la competición. Se suma además, el hecho del tono más que aceptable que ofrece el Menorca desde hace un mes pese a que sólo haya ganado un partido.

El pasado fin de semana el equipo de Paco Olmos ya salvó el cuello pese a caer en la pista del Estudiantes. Pero este mediodía está en las mismas, es decir, ganar para seguir agarrado al clavo ardiendo o bien precipitarse de una vez al abismo del descenso. En ese caso resultaría quizás más doloroso que la pérdida de categoría asumida ya por la mayoría de la afición como una cuestión de tiempo desde hace jornadas, se consumara precisamente en Maó, ante esos mismos seguidores que se han mantenido fieles.

Llega el Manresa a la Isla tras acumular cinco derrotas consecutivas, con el ataque más débil de la Liga -el del Menorca es el segundo más pobre- y la intranquilidad que le generaría volver a salir derrotado de esta pista de la que guarda un espantoso recuerdo puesto que en ella descendió hace poco más de cinco años.

Por este mismo motivo, para el equipo de Jaume Ponsarnau como bien ha apuntado la prensa de Manresa esta semana, es la oportunidad esperada para firmar la salvación y, de paso, 'vengar' aquél descenso de 2006.

Recuperado Cuthbert Victor tras su inhibición en Madrid debido a un leve esguince de tobillo, Olmos sólo cuenta con la baja de Rafa Huertas, intervenido el viernes de la fractura de escafoides de su mano derecha con la que había estado jugando durante los dos últimos meses. El andaluz regresó ya ayer a la Isla. Ganar el rebote, frenar la producción ofensiva de Slokar o el buen momento del base San Miguel, tapar el perímetro que tiene como principales exponentes a Grimau y Montáñez, dos jugadores de equipo que aportan un gran esfuerzo al grupo, y por una vez, buscar un ritmo más elevado del juego para agrietar la defensa manresana serán las claves para que el Menorca subsista una semana más en la ACB.