relajado. Tisi Reynés se mostró muy tranquilo durante la entrevista asumiendo su nuevo papel de director técnico y confesando que la formación de la plantilla va bien - Javier

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Ilusionado. Tisi Reynés afronta lo que para él será una aventura apasionante. El excapitán y base del Menorca lucirá galones ahora desde el despacho como director deportivo, un cargo que ve "muy importante" y para el que se ofreció junto con el de técnico. Finalmente y tras las pertinentes negociaciones tomará el relevo a Félix de Pablo en una plaza huérfana desde el 2008 los próximos dos años. Tisi, que ya ha colaborado en los dos últimos veranos con la comisión deportiva encargada de evaluar y gestar las incorporaciones, pasará a cerrar el triángulo encargado de diseñar la plantilla. "Habrá consenso", admite, entre Josep Maria Berrocal, el director general, Oriol Humet, y el propio Reynés.

En el ámbito personal, el ex jugador reconoce que el 'gusanito' por competir "se marchó hace tiempo" y que no le atrae en exceso un partido de homenaje que en su momento, y ante las cámaras, contemplaron en su despedida. "Para mi es más importante seguir en el proyecto". Su deseo se ha cumplido, a pesar de que se aleja del banquillo.

¿Cómo ha vivido el nombramiento de su nuevo cargo?
Cada vez que asumes una nueva función se te renuevan las ilusiones por hacerlo bien. Era un puesto que tanto el club como yo contemplábamos porque creo que la figura del director deportivo es muy importante en el día a día. Nos reunimos, llegamos a un acuerdo y me incorporo. Estoy satisfecho, se cumple mi prioridad de seguir en el club, y creo que el Menorca Bàsquet también lo está.

Se trata de un nuevo paso en su carrera fuera de las canchas y, lo más importante, un paso más dentro del Menorca.
Cuando dejas de jugar te tienes que reciclar y buscar nuevos retos que te ilusionen. Este es uno de ellos.

Sorprende. La evolución habitual es la de entrenador a director deportivo, no al revés.
Creo que es más fácil pasar de entrenador a director deportivo que a la inversa. Pero hay casos de todos los colores, aunque como comentas es lo más común. Son decisiones que se toman en un momento dado. Una vez cerrado hay que afrontarlo con todas las ganas.

Confiesa que el suyo es un cargo importante. ¿Le intimida?
Tanto como intimidar no, aunque si que te impone respeto. Requiere mucha responsabilidad y es lo que más me motiva y que te hace intentar tomar las mejores decisiones en beneficio del Menorca Bàsquet para que siga adelante y vuelva a ser un proyecto ambicioso e ilusionante. Está claro que el aspecto de negociaciones es más complicado que el deportivo pero al final todo es acostumbrarse.

¿Servirá su experiencia como jugador en las negociaciones?
Espero que sí para valorar hasta dónde pueden llegar las demandas de los jugadores y hasta qué punto se puede cotizar un jugador a nivel económico. Pero no sólo eso, también está el aspecto deportivo y saber si un jugador puede tener una trayectoria importante y lo que puede aportar tanto en el juego como en puntos fuera de la pista, que también se valoran.

¿Qué reto asume de cara a la nueva temporada?
Es importante matizar que no lo asumo yo solo. El reto es del club, del entrenador, del director general, del presidente, en fin, de todos. Por mi parte el objetivo es hacer la mejor plantilla posible, junto con Josep Maria Berrocal, para que se adecue a sus necesidades y mantener la línea de crecimiento de los últimos años que nos vuelva a hacer un equipo que ilusione y con un buen baloncesto. Luego ya veremos hasta dónde llegamos.

¿Prioriza el buen baloncesto a luchar por el ascenso? Recuperar la ilusión y el espíritu de hace unos años…
Creo que sí pero si se da una cosa seguro que vendrá la otra. Si tenemos un equipo que hace un buen baloncesto, a estas alturas te aseguro que estaremos luchando por estar arriba. Otro aspecto es que según los jugadores que haya el entrenador se tendrá que adaptar a una u otra cosa.

¿Qué perfil de equipo tiene en mente?
Necesitaremos jugadores competitivos, que crean en el proyecto y que tengan hambre de crecer. Si esto se cumple tendremos un buen equipo.

¿Cree que habrá la misma presión que en el último descenso?
Espero que no aunque la presión no es mala para los jugadores. En ciertos momentos incluso creo que te ayuda a dar lo mejor de ti mismo. Estoy hablando de la presión bien entendida. Si un jugador pierde un balón y le silban no es presión, es ir en contra de tu equipo. El público nos pondrá una exigencia para que juguemos bien, para que lo demos todo en cada partido y que disfruten con su Menorca Bàsquet. Si lo logramos la gente nos apoyará como hasta ahora.

El reto es ilusionar de nuevo a la gente y la mejor forma de hacerlo es apostar por la gente de casa. ¿Cree que su fichaje ha animado a la afición?
Creo que la afición siempre ha estado ilusionada lo que pasa es que a veces por cuestiones puntuales, como la trayectoria o problemas económicos del pasado, hace que poco a poco se pierda un poco esa ilusión. Es responsabilidad del equipo volver a conectar con la gente. No lo conseguiremos de un día para el otro pero sí haciendo un buen trabajo constante. La confianza debe ser mutua. Desde el club debemos confiar en la masa social y la afición debe hacerlo con el Menorca Básquet.

¿Cuáles serán sus nuevas funciones?
Son bastantes pero las más importantes son la de elaborar la plantilla junto con Josep Maria Berrocal y Oriol Humet, redactar informes de jugadores que puedan interesar al club, estar pendiente de diferentes competiciones y de lo que pueda ofrecer el mercado. Una de las novedades será que de cara a la próxima temporada ejerceré de portavoz deportivo. Ahora lo importante es tener que construir una plantilla casi desde cero.

¿No tendrá usted la última palabra en los fichajes?
Será un consenso. Estaríamos muy equivocados si en un club la última palabra la tuviera el director deportivo. No funciona así. Tiene que haber una comunicación y que cada uno dé su opinión. El entrenador es muy importante en este aspecto porque es el que tendrá que luchar en al día a día con el grupo.

Si pudiera recuperar un jugador de la pasada campaña, ¿quién sería?
Es difícil contestar. Para el equipo de LEB los elegiría a casi todos. Si me tuviera que quedar con uno me quedaría con Urko Otegui.

¿Le hace un guiño público al capitán para que renueve?
No. Tanto Urko como su representante saben lo que pensamos y creemos que sería bueno para nosotros que renovara.

¿El concurso de acreedores complica la incorporación de jugadores?
No es una situación óptima, aunque hay realidades muy claras. No tiene sentido que estemos pensando en ello, no es agradable y es otro handicap que tenemos y contra el que luchamos para tener la mejor plantilla posible. Es evidente que no será fácil y que en algún momento nos perjudicará. No somos los únicos y creo que habrá más equipos que también lo soliciten.

¿Qué peso tiene dentro del mercado la marca 'Menorca Bàsquet'?
Es bastante alto. Cuando hablas con jugadores o agentes todos tienen asumido que el Menorca formará un proyecto ambicioso y eso ayuda para fichar. Es el resultado del buen trabajo hecho en los últimos años, a pesar de los ascensos y los descensos. El deportista lo ve y piensa que es un buen escaparate, para los más jóvenes, y un buen trampolín para los que quieren dar el salto a la ACB.

¿Cree que llevan un ritmo óptimo de incorporaciones?
Siempre se podría ir más rápido. El Melilla, por tradición, va muy rápido, pero los otros equipos de la categoría van a un ritmo más calmado. También hay rivales que tienen jugadores que seguirán. Vamos en el ritmo adecuado porque no estamos parados en ningún momento. Cada día vamos pensando opciones y estamos en contacto.

¿Echará de menos el banquillo?
No. Me adapto a lo que hay. Sufriré desde fuera. Los banquillos son agradables pero se sufre mucho, más que siendo jugador.

¿Por qué no continua como ayudante?
Fue una decisión propia. Planteé al club la opción de incorporarme como director deportivo y lo hablamos. En el momento en que se decide ya no hay que darle más vueltas.

¿Se ve como entrenador del Menorca en un futuro?
Ahora no. Soy una persona que cuando se mete en una cosa ya no piensa en lo que puede venir. Ahora estoy metido en la dirección deportiva y todos mis esfuerzos van encaminados en esa dirección. No hay tiempo para pensar en el futuro.

Pero no lo descarta…
En la vida no se puede descartar nada y siempre has de estar pendiente y dispuesto a todo. No sólo en el mundo deportivo.

¿Considera que era un buen momento para coger al equipo?
Depende de cómo se mire. No tiene mucho sentido hablar de estas cosas porque Josep Maria Berrocal es un entrenador completo, competitivo, que viene de un liga fantástica donde ha conseguido una gran temporada, con el título de liga incluido.

¿Se parecen el base y el técnico?
Si. Tiene que haber una conexión directa y clara. Muchas veces dicen que el base es el entrenador dentro de la pista. Tiene que haber fluidez visual y verbal.

¿Se ha calmado el 'gusanillo' de competir?
Hace tiempo que se calmó. A veces cuando ves una victoria o en un gran momento ves que las sensaciones no son las mismas y te entran ganas de revivirlas pero el gusanillo hace tiempo que se marchó.

Pero siempre a punto para una pachanga…
Sí. Ahora me quieren fichar por algún 3x3.

¿Qué ha pasado con el partido de homenaje que en su momento le ofrecieron?
La verdad es que no me acordaba. No sé si hubo tanta gente que dijo que se haría. Sinceramente no le doy importancia. Hay gente que si, no es mi caso. Para mi lo importante es ser parte del club, del proyecto, y ayudar a que crezca más de lo que lo ha hecho. Ver en qué se ha convertido un club modesto como La Salle ya te deja satisfecho y recompensado.

¿Pero le haría ilusión?
Ahora, la verdad, me haría más corte que otra cosa (sonríe).