Mallorca. Pese a su situación los jugadores están dando la cara - Archivo

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Agoniza el Bàsquet Mallorca por la delicada situación que vive la plantilla profesional del club que milita en la Adecco Oro. La entidad de Inca podría comenzar a perder jugadores a medida que éstos reciban ofertas de su interés puesto que la entidad que preside Toni Ramis no ha podido cumplir con ninguna nómina completa desde que comenzara la temporada el pasado mes de agosto, confirmaron ayer fuentes oficiales del club a este diario.

El Mallorca, que logró el ascenso a la Adecco Oro al término de la pasada campaña, consiguió cumplir con los requisitos federativos para la inscripción en la categoría, en parte gracias a su patrocinador principal, Logitravel, pero el retraso en el cobro de las ayudas institucionales y el anuncio de que la subvención de Illesport va a sufrir un recorte del 70 por ciento bloquea por completo su margen de maniobra.

Desde el club recuerdan que en principio Illesport planteó que los recortes serían entre el 20 y el 30 por ciento. "Trabamos para hacer la plantilla en base a esas cifras, e incluso jugadores que tenían contrato en vigor si ascendimos se avinieron a rebajar sus cantidades firmadas para adecuarse a esta reducción".

La realidad es que los jugadores y técnicos del club apenas han podido percibir 500 euros desde que iniciaran la temporada, salvo que los americanos pactaran cobrar alguna cifra mayor cuando firmaron el compromiso. El director general, Antonio Viveros ya decidió marcharse semanas atrás y en las próximas podrían hacerlo otros profesionales del equipo.

El Mallorca aguarda ahora que la Fundació Illesport le comunique formalmente cuál será la cantidad que le corresponderá en la presente temporada y, de esta forma, poder negociar un crédito con el que pagar parte de la deuda a los profesionales.
La situación del Mallorca es, por tanto, prácticamente la misma que sufren otros clubes de élite de Baleares como el Sporting Mahonés, en la Segunda División B de fútbol, o el Fisiomedia Manacor, en la División de Honor de fútbol sala que tampoco pueden pagar a sus jugadores.