La junta directiva del CD Alcázar reunió la pasada semana a padres y socios de la entidad para exponerles la delicada situación financiera de la entidad y solicitarles una colaboración voluntaria para salir adelante y poder concluir la presente temporada.
La batería de medidas restrictivas que ha adoptado el club que preside Paco Franco en el último año no ha sido suficiente para cubrir los gastos mensuales de 12.000 euros a los que debe hacer frente, de los que ingresa 9.000 a través de las cuotas. Los gastos incluyen los préstamos solicitados para ir reduciendo la deuda acumulada que se sitúa en 229.000 euros. El club tiene pendientes de cobro todavía 60.000 euros de la pasada campaña, que debe ingresar vía Consell de Menorca y Govern Balear, por lo que su futuro no corre peligro. "Sabemos que tenemos un par de años complicados, pero vamos a salir adelante volviendo al sistema que teníamos hace años en el Pavelló Padre Petrus", explica el presidente Paco Franco.
Esa deuda acumulada, unida al descenso de matrículas en las categorías inferiores, así como los gastos de mantenimiento del Pavelló Sínia Costabella, han provocado este desajuste que complica el día a día de la histórica entidad mahonesa.
La situación fue expuesta por la directiva en la reunión mantenida con padres y socios en la que les pidieron un donativo voluntario de 5 euros mensuales hasta final de temporada.
El Alcázar renunció a la Liga EBA el pasado verano, sus entrenadores de categorías inferiores no cobran, el gerente de la entidad, Gabi Miñarro, ya no está en la nómina del club aunque realiza trabajos como autónomo, y se han dejado de utilizar parte de las luces del Pavelló Sínia Costabella para ahorrar en el gasto eléctrico. Además sólo permanecen en nómina el coordinador, Luis Arbalejo, el responsable de la cantera Héctor Marín, y el de mantenimiento de la instalación.
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