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No hubo sorpresas y el Menorca logró una victoria holgada en su encuentro ante el Granada, en plena descomposición, que ayer se presentó con solo 8 jugadores y ya sin curro Segura en su banquillo, despedido por los administradores concursales. El equipo de Berrocal se queda solo en la segunda plaza de la tabla pese a realizar un trabajo justo y nada brillante que le valió para cumplir el pronóstico y llevarse el triunfo.

Las circunstancias del rival hacían presagiar un choque cómodo para el Menorca, quizás demasiado, y esa acabó siendo la nota negativa del encuentro. Y es que el equipo saltó a la cancha excesivamente confiado y aunque poco a poco fue entrando en el partido y aprovechó el cansancio físico de su rival nunca ofreció un buen juego.

El Menorca salió completamente dormido a la cancha y Granada aprovechó el regalo para anotar un parcial de 8-0 ante un rival que tardó cinco minutos en anotar su primera canasta. No es que la defensa local estuviese extremadamente acertada, simplemente el ataque menorquinista era pésimo. Pasado el ecuador del primer tiempo los menorquines se sobrepusieron y devolvieron la moneda con otro 0-8 que colocaba en el marcador el 11-12 a 3´18 para la conclusión del cuarto. El resto transcurrió con igualdad, alternancias en el marcador y una máxima renta de dos puntos para Menorca (13-15), aunque al final fueron los locales quienes consiguieron irse con un punto de ventaja (18-17).

En el segundo cuarto las cosas no cambiaron mucho, al menos en cuanto a la calidad del juego se refiere. El Menorca no estaba bien, cometía muchos errores y se notaba la falta de concentración. Sin embargo, a medida que los locales comenzaban a acusar la falta de rotaciones los de Berrocal sólo tuvieron que jugar a medio gas para ir abriendo las primeras rentas importantes en el marcador. Así, un parcial de 0-12 ponía el 27-35 mediado el cuarto. Jesús Fernández, el único referente local descansaba en el banquillo y Coppenrath y Otegi camparon a sus anchas en la pintura para estirar el parcial hasta un 2-17. El Menorca consiguió una máxima renta (29-40), para terminar este segundo cuarto diez arriba (32-42) en un penoso primer tiempo de ambos conjuntos. Ganaba el que menos fallos cometía.

El encuentro estaba ya definitivamente roto puesto que Granada, con sólo ocho jugadores disponibles, no tenía recursos para presentar batalla. Esa circunstancia fue clave, aunque lo cierto es que el juego de los menorquines no mejoró en ningún momento. Así, sin forzar la máquina, el Menorca siguió aumentando la distancia hasta lograr una máxima renta de 17 puntos (35-51, a 5´28) tras una canasta más tiro adicional de Blanch. En el Granada, sólo Ángel Hernández, con 9 puntos, y Edu Ruiz pudieron maquillar el resultado. Sirvió de poco y un triple de Morentín a falta de tres segundos para la conclusión del cuarto ponía el 44-57 en el luminoso.

Con el partido ya decidido dadas las circunstancias, se entraba en el último cuarto. Pero ni siquiera entonces, en lo que podría haber sido un intento por enmendar la mala imagen que estaba ofreciendo, el Menorca apretó el acelerador. Sólo se limitó a corregir algunos errores y dar minutos a hombres menos habituales.

El Granada no podía plantear batalla, físicamente sus hombres no se sostenían y el Menorca continuaba ampliando su ventaja. A 2'06 para la conclusión los de Berrocal conseguían por primera vez superar los 20 puntos de diferencia tras un triple de Bravo que significaba el 50-71. Esa máxima renta de 21 puntos se repetía al final del choque tras una canasta de Coppenrath.