TW
0

No habrá quinto partido. El Menorca consiguió ayer el billete para la siguiente ronda del play off por el ascenso tras imponerse cómodamente a un Breogán que acabó desquiciado (67-93).

Y es que Menorca desmontó ayer por completo a su rival, que fue siempre a remolque en el marcador y se mostró carente de ideas, tanto en ataque como en defensa. Sin embargo, y pese a todo, los lucenses llegaron a colocarse a sólo cuatro puntos en el tercer cuarto, de la mano de Feldeine.

Pero en los peores momentos el Menorca mantuvo la cabeza fría, apretó en defensa y cerró bien el rebote. Eso, junto al acierto en el tiro exterior bastaron para abrir de nuevo la brecha y conseguir el triunfo.

Ahora, el grupo Iruña Navarra espera ya a los de Berrocal en el cruce de semifinales, a partir del viernes en Pamplona, un equipo que ha ganado a los menorquines en los dos encuentros de la Liga.

El Breogán no llegó al cuarto partido con los deberes hechos, mientras que el Menorca salió a la pista con la lección bien aprendida, apretando los mismos puntos vitales del conjunto lucense que le habían funcionado en el tercer partido.

Así, los de Berrocal se hicieron pronto con el mando del encuentro, para mandar con comodidad durante los primeros veinte minutos. El dominio en el rebote ofensivo, el acierto exterior desde cómodas posiciones y un Breogán errático en la mayor parte de sus ataques estáticos, motivaron que el Menorca nunca perdiese el mando en el marcador.

Ya desde el inicio los isleños abrieron una renta de siete puntos (4-11) que, sin embargo, el Breogán recortó a base de coraje (13-14, minuto 7), pero fue sólo un espejismo. El Menorca no tardó en volver a distanciarse, yéndose al final del primer cuarto con 7 puntos de ventaja (16-23).

Pepe Rodríguez, técnico local, trató de modificar el comportamiento de sus jugadores con la entrada de Edu Sánchez por Cobo en la dirección del juego, así como la de Krabbenhoft dentro de la pintura, pero nada pudieron hacer estos cambios para sobrellevar una situación cantada ya de antemano. Tanto Romà Bas como Navarro mantenían la misma efectividad que en el tercer partido. Además, Berrocal colocaba a sus hombres en posiciones muy abiertas para buscar las primeras opciones de tiro que, casi siempre, acertaban los jugadores de perímetro del cuadro menorquinista.

A parte de eso, el entrenador del Menorca simplemente tuvo que tocar las mismas teclas, como la circulación rápida de balón por parte de los exteriores. Eso, junto a una mejoría en defensa y en rebote durante el segundo cuarto, permitió a su equipo alcanzar una cómoda renta en el marcador que únicamente Feldeine era capaz de maquillar con sus acciones individuales. Pero eso no era suficiente y el Menorca se iba al descanso con una ventaja a su favor de 11 puntos (30-41), y la sensación de tener el partido controlado.

En la segunda parte, tres triples consecutivos de Feldeine devolvieron la esperanza a un Breogán que ya se veía fuera del play off. Una canasta más desde más allá de la línea de 6´75 de Edu Sánchez colocó a los lucenses a cuatro puntos de un Menorca que pasaba por sus peores minutos de partido. Pero cuando todo parecía indicar que la remontada local era posible, una técnica señalada a Edu Sánchez rompió definitivamente el choque.

El Menorca entró entonces de lleno en la pugna por la victoria y volvió a tomar las riendas del encuentro con su siempre eficaz tiro de larga distancia y la aparición de un Morentín que hasta ayer había sido prácticamente un invitado más, pero que se convirtió en estrella cuando más lo necesitaba su equipo. Ese fue el punto y final para un Breogán que cada vez cometía más errores de precipitación y acabó el tercer cuarto 18 puntos abajo.

En el último cuarto ya no hubo historia. El Menorca supo mantener su renta ante un rival desquiciado. Con un juego práctico, sin florituras, no pasó apuros en los últimos diez minutos y amplió su renta para conseguir finalmente un cómodo triunfo que le coloca directamente en semifinales.