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Tranquiliza salir de nuevo al parquet del Polideportivo Anaitasuna con un 0-1 a favor. El Grupo Iruña, que se le había atragantado en la fase regular al Menorca Bàsquet tanto en la primera vuelta como en la segunda, anteayer mordió el polvo con ese 68-75 que, si se hace caso a los puristas, puede marcar el devenir de la serie. Pero eso si se les hace caso: se han visto ejemplos de equipos que se han colocado en ventaja y luego finalizaban al revés, y ese mismo ejemplo es el Menorca Bàsquet ante el Breogán en la anterior serie.
Los de Josep Maria Berrocal tienen ante sí dos objetivos. Ni que decir tiene que el primigenio es volver al Pavelló de Bintaufa con un 0-2 que sería fantástico (recuerden, el próximo jueves día 24 a las 21 horas y, si fuera necesario, el siguiente sábado día 26 a las 20 horas). Pero el otro objetivo, que está relacionado, es poder alargar durante los 40 minutos el excelente primer tiempo con lo que los menorquines sorprendieron al cuadro de Ángel Jareño.

El primer cuarto finalizó con 14-18, pero fue en el segundo cuando los de Berrocal se estiraron con ese 25-40 con el que se llegó al descanso en base a una buena defensa, una buena selección -y acierto- en el tiro exterior y, en general, un saber poner el ritmo adecuado en cada momento.

No ocurrió lo mismo en el segundo tiempo en parte porque el Grupo Iruña, algo nervioso y fallón al principio, se vio obligado, pero también porque, como ocurre tradicionalmente en el cuadro menorquín, los de Berrocal bajaron las prestaciones.

Hoy se prevé otro estirón local. Los navarros están obligados a igualar la serie para viajar a Maó con una reserva de oxígeno. Puede haber ansiedad en el juego de los de Jareño, y si el Menorca sabe jugar sus cartas y sabe atar fundamentalmente a Narros, Uriz y Starosta, el partido, sin ser nada fácil, podría acabar bien. Muy bien.

Ambos equipos siguen con sus mismos efectivos, sin tocados graves, aunque es obvio que a estas alturas de la temporada y con toda la carga encima, las fuerzas hay que empezar a dosificarlas.

Berrocal le dedicó al equipo en la tarde de ayer a una ligera sesión de tiro en Anaitasuna y a repasar el vídeo de lo que no hay que hacer y a quién hay que vigilar especialmente. Será divertido comprobar con qué variaciones tácticas se pueden sorprender ambos equipos. Aunque sería más divertido -y lógico- que este partido se pudiera ver en televisión. Pero ése es otro tema que próximamente puede retratar a más de uno. Lo más importante es que el Menorca se pueda asegurar un 0-2 en una semifinal que sería la puerta a otro sueño.