El Menorca ha ganado los dos partidos de la fase regular al Melilla y llega a la final lanzado con seis triunfos consecutivos. - Archivo

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Menorca-Melilla, Melilla-Menorca, una final entre dos clásicos de la categoría va a cerrar la temporada 2011-12 en la Adecco Oro con el magnífico botín de un ascenso en juego a partir de mañana viernes.

El decano de la Liga en la que milita desde su fundación en la temporada 1996-97, el Melilla, y un protagonista destacado en la práctica totalidad de las 9 temporadas en las que ha pertenecido a esta competición, el Menorca. Múltiples presencias en los play offs en ambos bandos, tres títulos de Copa para el Melilla y dos ascensos en el Menorca convierten esta final en una serie apasionante que además tiene el mayor premio posible por más que las dudas invadan a ambas entidades respecto a su futuro.

En la Ciudad Autónoma consideran que sería imposible asumir el pago para entrar en la ACB aunque la clase política ofrece un discurso ambiguo. Y en Menorca el escenario no puede plantear ya más interrogantes tanto si hay salto a la ACB como si el equipo permanece en LEB.En el plano deportivo, no obstante, sería difícil encontrar a un sólo técnico o aficionado al baloncesto que negara la condición de favorito al Menorca Bàsquet.

Mejor 'cinco' inicial, mucha más profundidad de banquillo, el equipo, en el mejor momento de la temporada, ocho días disponibles para preparar la final, y por si fuera poco, factor pista favorable.Pero estamos en un juego, y como tal, todo es posible.

El Melilla ha crecido desde la adversidad a partir de la marcha de su mejor jugador, Troy Devries, que era el máximo anotador de la Liga, e incluso ha sido capaz de tumbar a Lleida y Cáceres jugando sin americanos por la lesión más reciente de Mckeither.

Desprovistos de toda presión, aunque entusiasmados ante la disputa de toda una final, con un perímetro temible en el que sobresale su líder, Salva Arco, y en el juego interior, con el nigeriano Odiakosa rindiendo a su mejor nivel, sería una temeridad no dar opciones al cuadro melillense.

Haber apeado al Lleida de Ricard Casas, y al Cáceres, que una ve eliminado el Burgos, era el gran favorito para cruzarse con el Menorca, convierten al equipo de Gonzalo García de Vitoria en un rival a considerar, que además sabe adaptarse a las circunstancias de cada partido, posee mucho talento en ataque y todavía quiere dar que hablar en esta última eliminatoria.

A partir de mañana comenzaremos a salir de dudas.