TW
0

"No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy" es un dicho aplicado a aquellos a los que les vence la pereza, a los acostumbrados a dejar lo más duro para el final esperando que un golpe genial en el último momento solucionará, ni que sea con un aprobado 'raspadillo', el examen.

Hoy no es así. Imposible. El Menorca Bàsquet está en Melilla para darlo todo. Todo es todo. ¿Por qué esperar más? ¿Por qué forzar a la suerte? En esta final le hace falta solo una victoria más, y la tienen delante. El equipo está conjurado y Berrocal no ha apretado más o menos que otras veces. Este equipo siempre acostumbra a hacer los deberes. Todos están bien y no hay ninguna excusa.

Por supuesto, no será tarea fácil. En absoluto. A partir de las 21 horas (IB3 y Teledeporte), el club norteafricano, al que únicamente le sirve ganar por dos veces como mínimo, pretende que el Pabellón de Deportes de Melilla 'Javier Imbroda', con capacidad para unos 3.500 espectadores, reviente con una 'pista caliente' como dijo el otro día el técnico Gonzalo García. Se pueden imaginar lo que eso significa. De hecho gente como Navarro, Coppenrath, Morentín o Jiménez -que manía le han pillado al bueno de Pitu- lo conocen de sobra.

También conocen el espíritu competitivo del rival. Están acostumbrados a estar sobre el alambre, y este año han superado adversidades en forma de bajas y lesiones. Van justos de banquillo ante la exuberancia menorquina, pero los Salva Arco, Odiakosa, Suka o Nacho Romero tienen calidad y arrestos para presentar batalla. Además, entre todos y con la ayuda de las redes sociales, se han encargado de ponerle más pimienta al tema, como hizo el mismo técnico en Maó, o en general recordando las 'injusticias arbitrales', forzando la máquina porque les interesa ante el duro 2-0 en contra.

Lejos de ese mundanal ruido llega a Melilla el Menorca Bàsquet. Alumno aplicado y en buen momento con un profesor exigente, que les indicó que el domingo pasado ganaron, pero no jugaron bien. Erre que erre, Berrocal lo quiere todo. Sabe que la clave de una buena dinámica la da una cierta rutina d e trabajo, una máquina que no viva de los picos, de la genialidad esporádica. Al catalán le gusta el "fer la feina i fer-la ben feta". Pero a estas alturas lo único que importa es ganar, y da igual que sea por un solo punto en la última décima. Que fuera la novena seguida en un play off queda bien para el registro estadístico. Nada más.

"No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". Es un buen lema. Ganar significa tener el derecho a volver a la élite y el reconocimiento al trabajo de una temporada. Luego vendrán los despachos, pero con el ejemplo de un equipo que se ha dejado el sudor para llegar al objetivo. Vosotros a lo vuestro, a la ACB. Otros, en Palma, quizá pondrán la tele a las 21 horas.