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El Menorca Bàsquet escenificó ayer su defunción en la jornada más triste que recoge la historia del deporte en la Isla.

La voz quebrada de Benito Reynés al anunciar la disolución de la SAD puso punto final a 62 años de vida del club, que no ha podido soportar su paso por la liga ACB.

El presidente de la entidad explicó visiblemente abatido que no había logrado reunir el capital suficiente ni siquiera para competir la próxima temporada en LEB, por lo que redactó la necrológica de una sociedad que muere un par de semanas después de haber logrado el ascenso: "Es un día triste", dijo el dirigente.

Menorca y administraciones públicas se habían fijado como plazo el jueves a las 10.00 horas para agotar la última bala que quedaba en el tambor, pero tampoco hubo milagro.

Ninguna de las negociaciones abiertas para encontrar financiación había acabado con éxito, según las conversaciones telefónicas que se cruzaron unos y otros. Así, a las 13.00 horas de ayer, Reynés se fue hasta el Pavelló junto a un asesor laboral para anunciar a los empleados que la SAD entraba en causa de disolución: "No puedo entender que no se haya encontrado una solución para salvar el proyecto", denunciaba Reynés a media tarde en rueda de prensa.

"Faltaba poca cantidad, pero he visto poco interés de Consell, Govern, empresarios... Es una lástima que esto se deje perder".

Ahora el proceso abordará un ERE de extinción laboral que ya se ha iniciado y que podría durar unas tres semanas, amén de la venta de los activos para abonar parte de lo que se adeuda a los acreedores, que en ningún caso alcanzará a todos ellos.

Los administradores concursales serán los encargados de gestionar las cenizas del club, a pesar de que el fin definitivo del procedimiento de disipación será largo. "Mañana -por hoy-presentaremos la causa de disolución. La semana que viene realizaremos la última reunión del Consejo y los administradores se pondrán al mando de la entidad". Alrededor de 12 personas, entre personal administrativo y jugadores que tienen contrato recibirán la liquidación.

Reynés, en su alocución de despedida, no quiso señalar a nadie como culpable de la desaparición del Menorca ("todos los somos") y justificó el elevado gasto que se ha hecho en plantilla y ejecutivos en las últimas temporadas como una forma de subsistencia: "Lo hicimos pensando en no perder la masa social y en seguir generando ingresos".

El presidente comentó que del lunes hasta ayer "no pasó absolutamente nada" tras hablar con bancos y empresas y lamentó que "con el dinero que se tira en otras cosas no se haya podido salvar al Menorca. Ahora es tarde, pero creo que luego nos arrepentiremos".

El único vestigio del club será la cantera de La Salle Maó y los miembros del Consejo descartan volver a crear otro club a corto o medio plazo. Benito Reynés también se mostró "extrañado" de la escasa movilización de la sociedad isleña tras el anuncio de disolución, a pesar de que afirmó que "la afición ha sido lo mejor del proyecto". Un final duro y triste para el Menorca Bàsquet.

El Pavelló Menorca, el canon de la ACB y el movimiento de algunos exdirectivos

La desaparición del Menorca Bàsquet va a tener una incidencia muy dura en las arcas de las administraciones públicas. De entrada, el Consorci del Pavelló va a tener que hacerse cargo de una instalación que costó más de 10 millones de euros y que ahora no tendrá ningún tipo de actividad.

Además, la SAD de Bintaufa asumía un coste superior a los 200.000 euros en concepto de gestión del recinto, algo que deberán soportar a partir de ahora Govern balear, Consell de Menorca y Ayuntamiento de Maó.

Las instituciones deberán buscar un uso alternativo a la instalación, ya que ni siquiera se puede utilizar para albergar sedes de federaciones como se ha hecho en el Palma Arena, ya que sus compartimentos estanco son mínimos.

Por otro lado, el Govern balear va a perder íntegramente el canon de 3.5 millones de euros que en su día depositó en la ACB con motivo del primer ascenso. "Creo que las instituciones no han calculado bien lo que van a perder por no hacer un esfuerzo para salvar el proyecto", explicaba ayer durante la comparecencia ante los medios de comunicación el presidente Benito Reynés.

Igualmente, el juez que regula el concurso de acreedores del Menorca Bàsquet considera como un activo las deudas que Govern y Consell tienen contraídas con el club, y que ascienden a una cantidad cercana a los 900.000 euros, que deberán abonar en breve.

Mientras, un grupo de exdirectivos está sopesando la posibilidad de emitir un comunicado que hable de la deuda que tenía el club cuando ellos lo abandonaron y que, en ningún caso, dicen, se corresponde con la que ha ido desvelando el actual Consejo.

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Nota de la Redacción los comentarios publicados ayer en el avance de la noticia sobre la disolución del Menorca Bàsquet pueden consultarse en el enlace http://www.menorca.info/deportes/460165/menorca/bsquet/anuncia/disolucion