El deseo imposible de Houston

El conjunto blanco volvió a dar una buena imagen de equipo luchador, pero sin opciones de ganar a un rival que, sin estar preparado y con demasiados fallos en los momentos decisivos del cuarto periodo, fue superior.

El dominio de los Raptors se dio especialmente en el juego bajo los aros, donde capturaron 51 rebotes por 39 del Real Madrid, que tampoco hizo buena defensa cuando los Raptors se decidieron por el saque rápido en su ataque, rompiendo el marcador a su favor en la recta final del cuarto periodo con varios triples decisivos.

El escolta-alero DeMar Rozan fue el jugador más valuoso de los Raptors. Por parte del Real Madrid, cabe destacar a Mirotic. Consiguió un doble-doble de 17 puntos, 12 rebotes -10 fueron defensivos-, y puso tres tapones que le proyectaron como futuro candidato a estar en la NBA si se decide a dar el salto profesional.

Pero el que ya tiene proyección NBA es Sergi Llull. Archiconocido es el interés mostrado por los Houston Rockets de llevarlo a la competición americana. Negoció sus derechos con los Denver Nuggets, equipo que los poseía tras obtenerlos en el Draft del 2009, y los movimientos en la plantilla del equipo este verano parecían reservarle sitio.

Durante todos estos años, Sergi ha ido madurando en el Real Madrid, lejos de los cantos de sirena procedentes de la franquicia tejana. Algo que seguirá siendo así, tras el acuerdo entre el agente del jugador y el club merengue para seguir: a pesar de que no se ha anunciado oficialmente, se da por hecho que el menorquín continuará de blanco hasta el 2018 mejorando sustancialmente su ficha, con lo que la aventura americana se pospone... a no ser que los Rockets encuentren la manera de pagar la cláusula.

Viendo el partido mostrado por Llull en Toronto pudiera ser que los responsables de Houston aumentaran su deseo imposible de tener al base menorquín en sus filas cuanto antes. Llull volvió a salir como titular, hizo una buena dirección del equipo al repartir ocho asistencias y anotó 10 puntos, de los que cinco fueron consecutivos (canasta y triple en 74 segundos, en los minutos finales). No evitaron la derrota, pero sí dejaron una buena imagen.