Mucho público. La actividad atrajo a un montón de curiosos además de padres, madres y familiares - Gemma Andreu

TW
0

Más de 60 niños y niñas tomaron ayer la Explanada de Maó y la convirtieron, de la mano del CB La Salle Maó, en dos improvisadas canchas de baloncesto. Fue un encuentro más festivo que deportivo, un encuentro para que los jugadores, en categorías premini, exhibieran lo que han aprendido esta temporada y, de paso, hicieran las delicias de padres, madres y un nutrido número de aficionados que se acercaron a la cita para disfrutar con las alegrías de los pequeños.

En el encuentro jugaron dos equipos del Sant Josep, uno del CB Es Castell, otro del CB Ferreries y dos más del club organizador. Se hicieron dos grupos y en formato de liguilla de todos contra todos, los equipos se fueron midiendo en partidos reducidos sin resultado y en el que los entrenadores fueron repartiendo minutos entre todos los participantes.

Las dos canchas estaban ubicadas en el carril que suelen utilizar los taxis en la plaza mahonesa y el hecho de que la actividad coincidiera con el mercadillo propició que el tránsito de gente que siguió los partidos fuera constante.

Al finalizar los partidos, los organizadores repartieron un helado y un llavero entre todos los deportistas para premiar el esfuerzo en una mañana donde el calor apretó aunque no luciera el sol y, al final, el vencedor fue el baloncesto insular que parece que tiene jugadores para rato.