Convencido. Timoner asegura que cumple un sueño - Paco Sturla

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"El mensaje que queda es que con trabajo puedes conseguir lo que te propongas. Puede que haya mejores jugadores que Raül pero dudo que los haya más trabajadores". Habla Gaspar Roura sobre su pupilo, Raül Timoner Giménez, que el próximo 19 de agosto partirá a vivir su sueño americano. Este talentoso base de Alaior de tan solo 16 años, ex del FC Barcelona, jugará el próximo curso en el West Oaks Academy, de la Liga de Instituto de Florida. "Es una experiencia, ante todo, vital pero que también servirá a nivel deportivo", matiza el tutor deportivo del joven. "Será como vivir en una película americana", reconoce el talentoso joven.

Esta increíble historia, como los mejores films, tiene sus altibajos en la trama. Raül, formado en la cantera del CB Jovent de Alaior, se marchó con 14 años a jugar con el FC Barcelona. Allí se convirtió en un habitual de la selección española, donde ganó el oro con la sub-14 en el torneo internacional BAM aunque la pasada campaña la mala gestión del equipo del técnico azulgrana con el que coincidió hizo peligrar su carrera, por lo que regresó a Menorca para desconectar tras el parón navideño. Ahí entró el CB Ferreries que lo recibió con los brazos abiertos y le hizo recuperar el amor que siente por el deporte en general, y por la canasta en particular. Le hizo sentirse importante otra vez.

Hace unos meses, en una charla informal con Roura, Timoner le confesó que le encantaría jugar en Estados Unidos, cuna del baloncesto. El coordinador del club azulgrana realizó un montón de gestiones que dieron sus frutos. "Rechazamos contratos que otros aceptarían encantados -uno de ellos del Basquet Coruña de LEB Oro- y nos pusimos en contacto con dos institutos norteamericanos, el West Oak y otro de Massachusetts, a los que enviamos fotos y videos del jugador y tras dar el visto bueno nos pidieron todas las notas académicas de los tres últimos años", explica Roura, ex miembro del cuerpo técnico del Menorca Bàsquet, que además desvela: "El Barça también colaboró ya que nos redactó una carta de recomendación". ¿El fruto de tanta labor? Un visado para vivir en Estados Unidos y una beca deportiva completa para cursar los estudios equivalentes al bachillerato.

"¿Conoces la película 'Coach Carter'? Me han dicho que será algo así", anuncia la joven promesa menorquina, que entrenará por la mañana, antes de ir al instituto, y por la tarde. La idea de este equipo es de mantener a Raül durante dos años y que luego pruebe fortuna en las Ligas de Verano, donde las universidades cazan a los talentos más prometedores. "Lo que ha pesado más en la decisión que hemos tomado con la familia es el apartado académico así como la posibilidad de aprender a la perfección el inglés y acostumbrarme a vivir y a jugar en Estados Unidos, un sueño que tengo desde pequeño".

Deportivamente, Timoner Giménez es un base atlético, rápido y con carácter ofensivo, entre otras muchas virtudes, en la que destaca por encima de todas su capacidad de trabajo y sacrificio por eso no quiere hablar del futuro sin disfrutar del presente. "Si pudiera me iría hoy mismo, tengo muchas ganas, pero soy consciente de que debo disfrutar los días que me quedan en la Isla porque una vez me haya instalado en Orlando añoraré Menorca y tendré algún momento difícil y los recuerdos me ayudarán", entiende el jugador.

Un camino conocido
La formación académica y deportiva en Estados Unidos es una opción que siguen algunos jugadores para crecer al máximo, como fueron los casos del ex del Barça Rodrigo de la Fuente, Rafa Vidaurreta o el ex del Menorca, Roberto Morentín. "He visto a mi equipo jugar por 'Youtube' y las principales diferencias es que juegan un baloncesto con más contraataque, como a mi me gusta, más individualista, juegan con un paso más y la línea de triple está a 6.05 metros".

A los 16 años, sorprende la madurez con la que este joven alaiorense afronta una oportunidad exclusiva que le permite seguir creciendo como persona y como deportista en el país que inventó el baloncesto. O lo que es lo mismo, protagonizar la primera gran película de su vida.