Llull saluda a la grada del Palacio durante un partido | ACB

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La NBA no disfrutará del mayor talento deportivo jamás surgido de Menorca. Sergio Llull aparca de modo casi definitivo su incursión en la liga profesional nortemericana, además de renunciar con ello a un incremento sustancial de sus ingresos, para postergarse como ídolo eterno del Real Madrid.

El base mahonés, en principio, y según ha podido confirmar este diario, hará pública su decisión en una rueda de prensa convocada para principios de la venidera semana –todo apunta al lunes 6 de julio–, en la que con toda probabilidad asimismo anunciará la ampliación de su vínculo contractual con el club de Concha Espina, además de exponer las razones que han motivado su renuncia al sueño americano.

Referente del Real Madrid y de la grada blanca prácticamente desde su llegada hace ocho años a un club del que él y su familia han sido siempre seguidores, el triunfal ciclo de que ha disfrutado el jugador, sobretodo en el trienio más reciente, con la colosal rúbrica que ha sido la conquista del póquer de títulos en el presente 2015, han propiciado que el base mahonés se impregnara, como refirió en su día el mítico Pedro Ferrándiz –leyenda y totem de los banquillos del Real Madrid– de «los valores del madridismo». No en vano, pocos jugadores ejemplifican el ADN blanco como Sergio Llull, al margen de sus prestaciones deportivas, también al nivel de un club acostumbrado a manejar estrellas de primer orden continental.

Los Rockets, que iniciaron el cerco sobre Llull en las semanas previas a los JJOO de Londres '2012, agazaparon su postura en mayor o menor medida en los meses y años posteriores, sin negar nunca su interés por el jugador, perenne en cualquier caso y al que han dado otro impulso antes de la apertura de fechas del actual mercado NBA. El propio entrenador de la franquicia tejana, el exCeltic y All Star Kevin McHale, lanzó semanas atrás una sugerente proclama en un programa de radio en EEUU, al asegurar que «ojalá» el mahonés optara por cruzar el charco y se incorporase de una vez a las filas del vigente finalista de la Conferencia Oeste de la NBA.

A las manifestaciones de McHale, continuó una importante ofensiva desarrollada por el gerente general de los Rockets, Daryl Morey, que planteó al base mahonés un trato por tres años y muchísimo dinero (las cifras han oscilado entre 19 y 23 millones de dólares). Al margen que en la propuesta táctica de Houston, de especial querencia por la velocidad y juego a campo abierto, la figura del mahones habría sido de un encaje perfecto.

Pero las negociaciones no han cristalizado y Llull, al que el Madrid consideraba por perdido hace escasas fechas, ha decidido, como hicieran ya otros perfiles como el serbio Dejan Bodiroga, el español Fran Vázquez o más atrás en el tiempo el brasileño Óscar Becerra Schmidt, aparcar de modo concluyente la posibilidad de emprender la aventura americana y postergarse como eternamente madridista.