Jiménez protege el balón. El incremento de nivel que concederá el base a Es Castell es inversamente proporcional al perjuicio que su marcha genera en Sant Lluís | Gemma Andreu

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El base madrileño afincado en la Isla, Jorge 'Pitu' Jiménez, se ha convertido en uno de los grandes protagonistas del verano insular, con su fichaje por el Pinta B Es Castell, totalmente cerrado y confirmado, una operación que concede una dimensión impensable al proyecto deportivo que guiará desde la banda el entrenador mahonés Gino Rovellada, inversamente proporcional al dañino efecto que puede ocasionar en el Sant Lluís, que a poco más de dos meses de estrenarse en la conferencia catalana de Liga EBA pierde a su mejor jugador (y al que no encontrará sustituto en el mercado insular).

Un movimiento que no se ha producido en solitario, en tanto que también el alero Isma Seguí hace idéntico trasvase, cambiando Ses Canalates y la categoría nacional por Es Castell y la Primera Balear. Resta un tramo temporal amplio de aquí a que la campaña oficial alce el telón, pero que duda cabe de que el 'bombazo' proveniente de Es Castell, especialmente en lo que concierne a la incorporación de Pitu, le sitúa en ventaja respecto al ramillete de clubes locales que disputarán la reemprendida competición balear.

Aunque el Sant Lluís mostró cierta confianza en la continuidad de Pitu, el exbase del Menorca Bàsquet y Melilla (entre otros conjuntos; un decenio al máximo nivel en LEB Oro acredita la trayectoria del jugador) admite su poca disponibilidad para actuar en Liga EBA. «Mi decisión de no seguir en el Sant Lluís se debe a motivos personales; se me haría difícil viajar cada quince días y compaginarlo con el trabajo», explica Jiménez en declaraciones a Es Diari, poco después de haber anunciado sus intenciones al presidente lluïser, Rosendo Pons, y al técnico, Joan Martínez.


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