El Made in Menorca fue capaz de recuperar quince puntos al Castellbisbal, pero se encalló en sus propios errores y no alcanzó a remontar | Gemma Andreu

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El Made in Menorca entregó la cuchara. El 'play-off' ya es un objetivo inalcanzable tras perder con el Castellbisbal (77-89), aunque hoy matemáticamente aún tenga opciones tras el tropiezo del Calvià en la pista del Cornellà (71-67) y pendientes del duelo entre dos rivales directos: Martorell-Salt.

El equipo de Miguel Ángel Hoyo empeoró sus inicios de partido más deficientes y dio alas a un rival que apenas encontró oposición para generar su juego, tan anárquico -que no improvisado- como efectivo. El quinteto vallesano no bajó de los veinte puntos en anotación por cuarto.

El Castellbisbal castigó una salida local plagada de errores en cadena bajo el aro o desde el tiro libre. Y mientras uno se sumía en un exasperante desacierto -también de contención defensiva-, el otro ponía la directa y se plantaba a 3:24 para agotar el primer cuarto en un transparente 0-16. La rotación del banquillo empezó a dar sus frutos solo desde los 4,60 metros (7/8) y el capitán Sergio Muñoz firmaba la primera canasta en juego a 42 segundos de concluir el parcial (9-24).

El conjunto catalán aún alcanzaría una renta máxima de +19 (11-30). El Made in Menorca era un querer y no poder. Su primera aproximación (20-32, tras triple de Piedra) fue rebatida, entre otros, con dos triples de Marc Mañés (24-42). Otro enceste de valor tres, éste a cargo de Dani García, ajustó posibilidades azules al llegar a la media parte (33-44).

Jan Orfila, que fue castigado con la cuarta falta en apenas cinco minutos sobre la cancha, hizo valer sus poderes, el equipo le encontró y halló el camino de la canasta para encadenar nueve puntos prácticamente consecutivos (43-50). Sin embargo, el Castellbisbal a la mínima que podía ponía la directa.

El norteamericano Terrelle Green fue quien mejor supo aprovecharse y anotó hasta 23 puntos, varios en situaciones de uno contra cero. Un nuevo arreón local, culminado con un triple de Dani García, acercó al Made in Menorca a cuatro puntos (50-54, a 2:32). Sin embargo, el partido había entrado en una dinámica tosca que arrastró también al tercer equipo del partido -el arbitral- que encadenó una serie de faltas técnicas y antideportivas a cada bando de la que supo sacar mejor tajada el visitante.

El 55-65 con que acabó el tercer cuarto no tuvo arrestos el Made in Menorca ni de recortarlo.