Jan Orfila anota pese a la oposición de Mayot (2,18). | Gemma Andreu

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El Made in Menorca cerró la temporada como local -resta un último partido en la pista del Mataró- con un triunfo de calidad, un juego por momentos brillante y la certeza de que el proyecto tiene recorrido ante la respuesta y la ovación que la afición le tributó a modo de despedida, tras disfrutar del partido y un triunfo ansiado (85-81), tras encadenar tres derrotas domésticas que le apartaron de las plazas de 'play-off'.

El Martorell, que pretendía atar matemáticamente el primer puesto en Maó, se rindió al clínic de dirección y ejecución que ofrecieron Dani García y Pitu Jiménez, del que supieron nutrirse Jan Orfila, Ángel Piedra, Juan Murillo o 'Izzy' Fernández.

La diferencia en la valoración final(107 por 76) no se reflejó en el electrónico -Dani 29, Jan 25 y Piedra 20-, pero habla de las virtudes de un grupo de ocho jugadores disponibles -aunque algunos renqueantes- que recuperó una desventaja inicial de -9 (6-15) para transformarla en un +14 (65-51) que supo gestionar hasta la victoria final.

En el momento de mayor apuro en el marcador, la entrada en pista de Pitu Jiménez -en cama toda la semana por una amigdalitis- y Dani García -quien arrastra una lesión en la muñeca izquierda- dio sentido al juego propuesto por el técnico Miguel Ángel Hoyo. El equipo creció en defensa y aplicó una paciente circulación de balón hasta generar situaciones de alto porcentaje.

La poderosa -cuatro mates- y veloz propuesta catalana, liderada por David Jofresa, CristianOliva y, por momentos, Morales y Sakho no alcanzó para aumentar sus perspectivas de triunfo. El Made in Menorca bordó el control de la situación y dejó en la retina del espectador el mate de Jan previa asistencia por la espalda de Dani.