Hoyo ha dirigido al Made in Menorca siete partidos. | Gemma Andreu

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Miguel Ángel Hoyo ha clausurado una fugaz etapa en la Isla. Apenas han transcurrido cincuenta y tres días desde que pisara tierra insular; apenas siete partidos. Con un balance de tres victorias y cuatro derrotas. El Made in Menorca -Bàsquet Menorca, versión patrocinada- quiere que siga. El entrenador ceutí, forjado para el deporte de la canasta en Galicia, pospone su decisión. Pide tiempo, primero para el proyecto y luego para él.

Miguel Ángel Hoyo cierra una etapa inusitadamente breve en su trayectoria profesional. ¿Qué balance hace?
— Muy breve, cierto, pero para mí muy interesante. Es la primera vez que cogía un equipo a mitad de temporada. Es una experiencia muy diferente a preparar un equipo en verano, con todo lo que conlleva: fichajes, pretemporada, tiempo para ejecutarlo.

Y su llegada, además, requería de un impacto inmediato.
— Llegas y te encuentras que todo tiene que ir sobre la marcha, en un equipo más amateur que incluso semiprofesional. Entonces, cambios que te gustaría hacer no puedes hacerlos porque no había ese compromiso con el grupo. Haber tenido que adaptarme a estas circunstancias han hecho esta experiencia muy interesante.

¿Y su valoración?
— Es positiva, hemos acabado con buenas victorias en Salt y ante Martorell, equipos que estaban arriba, en el momento que hemos acumulado trabajo. Y por lo que me ha comentado el entorno, cambiamos la cara y la dinámica del equipo, que era el primer gran objetivo para intentar mantener ese compromiso hasta el final.

Una plantilla con un alto índice de veteranía. ¿Temía encontrarse un grupo de vuelta?
— Mira, si un jugador a una determinada edad sigue en activo es porque tiene pasión por este deporte. Y en este grupo hay más gente de ésta que no gente de vuelta. Es uno de los aspectos positivos de esta experiencia. Me he sentido muy idenfiticado enseguida con el grupo y viceversa. Creo que les ha atraído el estilo de juego, jugar un poco con conceptos, ha sido motivante también para ellos.

Pitu, Dani, Jan, Piedra... Hoy son jugadores en condición de aficionados, pero su talento y su perfil competitivo es alto.
— Más que con nombres, me quedo con ver en sus ojos esa ilusión aún por jugar, querer hacer las cosas bien, su apetito por competir, ganar y entrenar duro. Y por encima de jugadores y entrenador, la identificación con el proyecto, que es lo más importante. Ellos están enganchando a la gente, ayudan a poner los cimientos para que la Isla vuelva a tener un proyecto de básquet.

Usted aterriza el día 8 de marzo, con siete partidos por delante y un encargo claro: clasificarse para el play-off. ¿Cómo valora no haberlo alcanzado?
— La liga siempre te pone en tu sitio. Vine con el objetivo de intentar meternos en play-off y no lo conseguimos. Son circunstancias. No me puedo quejar. Yo llegué, entrenamos dos días y ganamos en Collblanc. En cambio no conseguimos ganar los dos siguientes ante rivales de ese mismo nivel. No me agarro a ningún tipo de disculpa. Ya sabía donde me metía.

¿Es una decepción?
— No es un decepción, hemos puesto todo de nuestra parte por intentarlo. En esos partidos no competimos bien, pero sí logramos otros objetivos como cambiar la dinámica y que el equipo compitiera hasta el final, incluso cuando ya no nos jugábamos nada. En este sentido, ha sido muy importante la victoria contra el Martorell en casa, porque el aficionado vio ese espíritu que queríamos. Para un proyecto de la Isla conseguir esa fusión e involucración de todo el mundo es muy importante.

Punto final a una etapa casi efímera. El Bàsquet Menorca ya le ha manifestado su interés por que continúe en el proyecto. ¿Cuál ha sido su respuesta?
— Que no hay ninguna puerta cerrada, pero que las dos partes hemos de esperar a tener las cosas más claras. No es cuestión de oferta, si no de saber bien hacia dónde va el proyecto. Y eso es una labor de la directiva. Hemos quedado que en cuanto ellos tengan más definidos aspectos de estructura de club, condiciones de trabajo, de presupuesto, nos sentaremos.

¿Qué condiciones se tienen que dar para que Miguel Ángel Hoyo renueve por el Básquet Menorca? ¿En que punto estamos?
— Los impulsores del proyecto trabajan para crear el nuevo club, el Bàsquet Menorca. Una vez logrado se conocerán las condiciones que se pueden dar. Entonces hablaremos. Yo estaré encantado de escucharles, mi experiencia aquí ha sido buena, la gente del club me ha parecido seria y no cierro la puerta porque vine con la idea de que aquí existe un futuro.

¿Indistintamente de la categoría, EBA o LEB Plata?
— No he cerrado ninguna puerta. Lógicamente si saliera en Plata sería más fácil convencerme que en EBA. Simplemente por las condiciones de trabajo. Soy entrenador profesional y mi dedicación va en función de ello. Si saliera en EBA, que es probablemente lo más adecuado y donde se debería salir, es mi consejo profesional, sí debería haber unos avances en la estructura deportiva y directiva.

¿Se refiere a...?
— Pues a dar un paso adelante en relación a este año, aunque se continúe en EBA. Deberíamos profesionalizar el club.

Entiendo que usted la profesionalidad no la mide solo en euros.
— No, de hecho, no hemos hablado del tema económico. Es lo último de lo que yo hablaré. Mi preocupación es la estructura del club, es realmente lo que va a condicionar que yo me plantee seguir o no.

¿Y esa estructura pasa por...?
— Por que el club tenga más gente trabajando en el proyecto. Que en la parte deportiva podamos trabajar cuatro días, disponibilidad matinal con los jóvenes, qué trabajo podemos realizar en tecnificación de jugadores y formación de técnicos. Un proyecto que incluya las escuelas, un proceso que ayude a involucrar a toda la Isla. Todo eso marcará el poder seguir trabajando juntos. Eso es profesionalizarlo. No significa cobrar una suma de dinero elevada, el baloncesto no está hoy para eso.

¿Qué sensaciones le ha transmitido la gente que está al frente del proyecto?
— Ya hemos marcado unas líneas de trabajo, hemos desarrollado y mejorado el proyecto en reuniones semanales. Trabajo de cara al futuro, con ese objetivo vine. Las líneas me gustan, hace falta ver hasta donde podemos llegar para decir sí, adelante, o concluir que todavía es muy pronto y hay que esperar más tiempo.

Es pronto para que el mercado, Bàsquet Menorca al margen, se mueva.¿Qué hará mientras?
— Decidimos no hacer postemporada, centrar los esfuerzos en la creación y consolidación del nuevo club y yo aprovecharé para ver más baloncesto. Esta semana estaré en Bilbao, donde se celebra el campeonato de España júnior. Hay que estar al día.