Hubo un tiempo, por los años ochenta, en que la localidad catalana de Tortosa se convirtió en enclave de referencia en el mundo del baloncesto español merced a su equipo femenino. Treinta años después, la versión masculina, en cambio, sigue sin arrancar.
Así lo constatóel Bàsquet Menorca, que con una sobresaliente actuación de su pívot Jan Orfila (hizo 28 puntos con 90 por ciento de acierto y sumó 8 rebotes con 42 de valoración, un tipo al que sencillamente no le gusta el basquet, de ahí que consuma sus innatas prestaciones físicas en EBA en lugar de hacerlo en una liga de superior nivel, para regocijo del equipo insular), resolvió sin problema un partido de guante blanco (la baja de Matalí se distinguió totalmente intrascendente), tal y como ilustra el guarismo definitivo (53-91).
Un partido cuya historia se limitó al primer cuarto y poco más (10-22 al terminar el primer parcial; 0-10 de salida para imponer jerarquía), donde ya el Bàsquet Menorca acreditó que el diferencial entre uno y otro equipo no se aleja excesivamente del que reflejó el marcador final.
Con este resultado, y a la espera de lo que haga El Masnou (que juega en pista del Arenys), el Bàsquet Menorca sigue en tercer lugar de la clasificación (su racha es ahora de tres triunfos consecutivos) y a solo un triunfo del Girona, líder provisional y su próximo rival.
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La semana que viene será clave para saber si aspiramos a algo o somos un equipucho de la EBA. Tenemos una final donde hay que ganar el partido y el average.