El CSKA espera tomarse este viernes en el Fernando Buesa Arena de Vitoria (21.00 horas) la revancha de la derrota en semifinales de hace un año en Belgrado, cuando cayó en la primera jornada de la Final Four de la Euroliga ante un Real Madrid que acabó logrando su ‘Décima’ Copa de Europa.
Fue un choque entre los dos equipos más laureados del continente que se repite este viernes en la capital alavesa, la patria chica del técnico blanco, Pablo Laso, y donde el equipo del mallorquín Rudy Fernández y el menorquín Sergio Llull quiere seguir sumando títulos y alzar la ‘Undécima’.
Realmente es un choque entre dos colosos en el que se juegan no solo la presencia en la final, sino también la supremacía entre ellos, que casi es decir de Europa. Y en la que el Madrid alcanzó con su victoria en 2018 una ventaja de tres títulos que le mantiene cómodamente como líder histórico del torneo europeo más importante por clubes.
Oportunidad
El choque promete y se presume propicio para que los blancos sigan dándose las alegrías que viven con Laso, que busca su tercera Euroliga en su sexta Final Four en los ocho años que lleva de técnico del Real Madrid.
Para el CSKA estar en la fase final de la competición es más una costumbre que un hito, ya que encadena su decimosexta presencia en las diecisiete últimas ediciones.
En lo deportivo, el precario estado físico con el que llega Sergio Rodríguez a la cita merma a un equipo moscovita segundo en la Fase Regular y temible como siempre a pesar de que, en cuanto a nombres, quizás la plantilla madrileña sea más profunda.
El partido apunta a decidirse por los jugadores exteriores, entre los que ambos equipos presentan una buena batería.
El Madrid espera mucho de la tripleta que conforman Facundo Campazzo, él último mago que se ha sacado Laso de la chistera, Sergio Llull, recuperado de la lesión que le tuvo de baja, y Rudy Fernández, últimamente muy mejorado.
Pero enfrente el CSKA no se queda corto con el Chacho acompañando a Nando de Colo, eterna estrella de la competición y Cory Higgins, otro anotador compulsivo. Jeffery Taylor y Jaycee Carroll entre los blancos y Daniel Hackett en el equipo ruso también pueden tener mucho que decir.
Como también se presenta interesante el duelo en la zona, con el heterodoxo previsible enfrentamiento entre un gigante que está cambiando las cosas en la competición con sus 2,21 metros de estatura, Edy Tavares, y un pívot ‘enano’ como Kyle Hines, que sobrevive año tras año a pesar de su 1,98 por su enorme competitividad.
Anthony Randolph y Gustavo Ayón, junto a Trey Thompkins y Felipe Reyes, apuntalan un juego interior en el que el CSKA cuenta también con Will Clyburn, en el quinteto ideal de la competición, y los rocosos Othello Hunter, Nikita Kurbanov y Andrey Vorontsevich.
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