El equipo de baloncesto femenino prepara su participación con ilusión y ganas de conseguir una nueva medalla | I.M.

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El equipo femenino de Menorca de baloncesto llega cada año a los Island Games con el cartel de favorito. Un cartel grande y con merecimiento propio a raíz de los cuatro oros y una plata que acumula en las cinco participaciones con las que cuenta. Una condición que el grupo que entrena Migue Fernández deberá defender al máximo con su versión más joven jamás vista, ya que la media de edad de la plantilla que viajará a los juegos de Gibraltar apenas supera los 19 años.

Fernández, al que acompañará como delegada Sue Kelly, se ha visto obligado a renovar la plantilla que competirá en los juegos a raíz de varias lesiones y contratiempos laborales. Por ello, solamente cuatro de las diez jugadoras que viajarán a Gibraltar cuentan con experiencia en otros juegos. Es el caso de Elisabet Salat, Andrea Fernández, Charlotte Sosa y Emily Kelly. A ellas se suman, por tanto, las debutantes Judith Villalonga, Júlia Batalla, Marina Mercadal, Marta Babot, Verónica Pieres y Sofía Ainsa.

Menorca ha subido a lo más alto del podio en cuatro de las cinco ocasiones en la que ha competido. Se colgó el oro en 2007, 2009, 2011 y 2017, cediendo únicamente en la final de 2015, ante Gotland. Ante el equipo sueco precisamente recuperó la senda del oro hace dos años, cuando los juegos se disputaron en Gotland.

Menorca presenta a un equipo joven, una cualidad que el laureado técnico Migue Fernández, en el cargo desde los juegos de Aland 2009, quiere aprovechar para imponer el ritmo en el juego ante rivales que puedan tener plantillas más veteranas.

«La edad será un hándicap en nuestro juego, pero es una buena noticia para IGA Menorca ya que abre el abanico a más gente y permite hacer un relevo generacional que pueda convertirse en la base de un grupo fuerte con vistas a los próximos juegos», opina el técnico, muy convencido del potencial de sus jóvenes valores. «Apostaremos por un juego rápido, posesiones cortas e intentando anotar muchos puntos», desvela.

Precisamente ese ritmo de juego es el que cree Fernández que le va a beneficiar. «Queremos cansar al rival, que seguramente será más veterano y que está acostumbrado a jugar a un baloncesto más de sénior, más pausado», opina, mientras coloca como rivales a tener en cuenta «Cayman, que tiene un equipo muy físico, Gibraltar, que son las anfitrionas, y Gotland, con las que nos hemos encontrado en las últimas dos finales, y que son fuertes».

Precisamente una de las jugadoras que más experiencia tiene del equipo es Emily Kelly. A sus 23 años, la jugadora del CB Jovent vivirá sus terceros juegos y sabe que viajan «con un equipo joven pero las conozco, son muy buenas, y sé lo que nos pueden aportar al equipo». En este sentido, la deportista admite que «el juego de 5 contra 5 no nos beneficia por lo que no podemos dejar de correr contraataques y de defender, es nuestra seña».

Kelly ya sabe lo que es perder una final –la de 2015- y ganarla –la de 2017- y admite que el lujoso historial de medallas de oro que acompaña a la selección menorquina «no es una presión, es una motivación, sabemos que no podemos vivir de lo que hemos hecho en otros juegos, sino que tenemos que ir a Gibraltar, jugar y luego ya se verá». Otra de las voces autorizadas del vestuario es la de Andrea Fernández. Y eso que tiene apenas 17 años. La jugadora, que también compitió en Gotland, ha terminado primero de bachillerato y el año que viene se marcha a Mallorca para integrarse en el equipo del Centro de Tecnificación Balear. «No se pueden comparar los equipos de hace dos años y el de ahora, somos muy diferentes, ahora hay más juventud y tenemos que buscar otras cosas en nuestro juego», explica.

La jugadora coincide con el técnico en colocar como rivales más exigentes «Cayman, porque tiene jugadoras muy altas, y Gotland, que tienen experiencia». «Hay que saber jugar como sabemos en los momentos importantes, tener calma y no precipitarnos», habla desde la experiencia, y pensar que «la medalla de oro es una motivación, algo por lo que luchar y no pensar que lo tenemos hecho».

Una de las debutantes del equipo es Marta Babot, quién además a los 22 es la segunda más veterana tras la ex del Alcázar Elisabet Salat. «Tengo muchas ganas de vivir la experiencia porque no he experimentado nada igual a nivel de clubes, y tengo amigas en Mallorca a las que le da mucha envidia que en Menorca podamos tener esta oportunidad», explica visiblemente emocionada. La jugadora de Alaior cree que será especial «el momento en el que partamos toda la expedición junta, el momento de ser conscientes de que somos un gran equipo, aunque también soy muy competitiva y espero con muchas ganas el momento de jugar».

Babot, que en el torneo actuará de pívot, admite «que es un formato de torneo duro, si todo va bien jugaríamos seis partidos en 7 días, aunque si en otras ocasiones ya se ha hecho, no hay nada de especial». En ese sentido la jugadora del CB Jovent puntualiza que «tenemos un equipo joven y por lo tanto hay que hacer correr a los otros conjuntos que puedan ser más veteranos, cansarlos».

Al igual que sus compañeras, y como muestra de su competitividad y ganas de darlo todo, Babot admite que «lo que han conseguido las otras selecciones de Menorca es una motivación total, y aunque el objetivo sea ir a pasarlo bien, no hay que olvidar que representamos a la isla y es una responsabilidad para hacerlo lo mejor posible».