La competición repite, con ligeros matices y novedades, la estructura que estrenó en la pasada campaña, con veinticuatro clubs repartidos en dos grupos de doce –la división se hace en función de criterios geográficos– y doble liga regular, arrastrando para la segunda fase los resultados de la primera, a lo que seguirán las eliminatorias por el ascenso.
Los seis mejores clasificados de cada conferencia al terminar la primera fase –que se prolongará del 21 de septiembre de 2019 hasta el 15 de febrero 2020 para un total de 22 jornadas con calendario simétrico, enfrentando a todos contra todos a doble vuelta– se encuadrarán en la segunda fase en la serie A-1, mientras que los seis peores, tanto del Este como del Oeste, jugarán en la serie A-2. Serán otras doce jornadas, y en ambos cuadros los equipos que hayan compartido conferencia en la primera fase no reeditarán enfrentamiento en la segunda –la Copa LEB Plata, a partido único el 28 de diciembre, la protagonizarán los líderes de cada conferencia cuando apague la primera vuelta de la primera fase.
Terminada la competición regular, el 2 de mayo de 2020, el campeón de la A-1 obtendrá plaza directa a LEB Oro, y el torneo dará paso a las eliminatorias por el ascenso para definir el otro par de equipos que ingresan en la categoría superior. A las mismas accederán los conjuntos que terminen entre el puesto segundo y octavo de la A-1, además del primer clasificado de la A-2, lo que es una de las novedades de este curso en relación al anterior.
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