El base del Hestia Menorca Pitu Jiménez celebra una canasta durante un partido, imagen que ejemplifica el estado de euforia en que se encuentra el equipo | Josep Bagur Gomila

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El Hestia Menorca ha conseguido alcanzar su primer objetivo de la temporada, segunda que consume en LEB Plata, al asegurar el pasado fin de semana su clasificación matemática para la A-1, serie de la segunda fase de la temporada que agrupará a los doce mejores equipos de la competición –los seis primeros de cada conferencia–, que lucharán por el título o, como premio ‘menor’, por una de las siete plazas que conceden el derecho a disputar las eliminatorias por el ascenso –la octava corresponde al ganador de la A-2.

La agónica victoria insular en feudo del Barça (74-76), combinada con la derrota del Gran Canaria con el Arcos Albacete (100-80), confirmaron un logro que al margen de colmar las aspiraciones –para el ecuador de curso– del conjunto que entrena Oriol Pagès y de garantizar la permanencia del proyecto para un año más en el tercer nivel nacional, significa, desde una perspectiva histórica, un logro para el baloncesto local.

De hecho, el Hestia Menorca, alumbrado en verano de 2016, se convierte en el primer equipo de la Isla que jugará la serie A-1 de la competición, si bien los precedentes en ese sentido –por escasos–, favorecían la coyuntura, en tanto que solo dos paradigmas, el Jovent de Alaior del curso 2019/10 –a pesar de que jugó el play off por el título–, o el propio equipo insular en la temporada anterior (2018/19), pudieron previamente alcanzar ese ‘honor’ –recordar que el desaparecido Menorca Bàsquet alcanzó su estatus de LEB Oro en 1997 proveniente de la EBA, en tanto que la LEB Plata se constituyó en 2000.

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