Pitu Jiménez bota el balón durante el partido de anoche en Bintaufa mientras trata de burlar la presión defensiva de Albert Valle | Javier Coll

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El Hestia Menorca despidió la primera fase de la temporada del mejor modo, al suscribir un claro triunfo sobre el Prat (87-67), primero que se embolsa el equipo de Oriol Pagès ante uno de los teóricos ‘grandes’ de la Liga, al que por elevación arrebata el basketaveraje particular y el tercer lugar en la clasificación final de la conferencia Este –logro estéril–, con todo lo que eso implica de cara a la serie A-1, en la que computarán los primerod dos aspectos.

El guión y el desarrollo del partido fue el que quiso e impuso el conjunto menorquín. Avisó Pagès en los prolegómenos de la cita que el principal peligro rival provenía de su capacidad de jugar a campo abierto, de producir en transición. También, en su afán de aro, en su querencia por los marcadores abultados. Pues todo eso que le negó el equipo menorquín al catalán, promoviendo un partido estático, de constantes 5x5 y a tanteo bajo, y que tras encauzar en los primeros dos periodos, fracturó tras el paso por los vestuarios, en el arranque del tercero.

En cuanto a los protagonistas, brilló Guebert (15 puntos con excelentes porcentajes, y 8 rebotes), Okeke al inicio (9 puntos, todos en la primera manga) y el siempre fiable Corbacho (16, con cuatro triples), si bien cabe referir a un éxito coral, del colectivo, empezando por el cuerpo técnico. No en vano, la pizarra de Pagès volvió a sentar cátedra sobre el parquet, produciendo el partido que de seguro el entrenador barcelonés había visualizado en los días previos al mismo.

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