Han pasado la friolera de 216 días desde que la pandemia de la covid-19 sacudiera el mundo del deporte y de la LEB Plata de baloncesto; justo cuando el Hestia Menorca de Oriol Pagès batallaba en la segunda fase de la competición por lograr estar lo más arriba posible, el coronavirus cortaba de cuajo la competición y se producía el inesperado último partido oficial el día 8 de marzo, ante el Udea Algeciras.
Este sábado (20h) el Hestia Menorca vuelve a la carga frente al Basket Navarra en su tercer curso consecutivo en LEB Plata, en un encuentro tan especial como diferente, instalados en una normalidad restringida por la pandemia., regresa la competición.
Con la motivación del debut en el teatro de los sueños de Bintaufa y, paralelamente, con tan solo 1.000 espectadores –lejos de los 2.500 habituales, a causa del coronavirus –, Pagès y los suyos abren un nuevo capítulo en la categoría de bronce del basket español. Y lo hacen con una plantilla reforzada tras las llegadas de sus cuatro flamantes incorporaciones –Víctor Moreno, Julio de Assis, Bruno Diatta y Menno Dijkstra –, unidas al grueso del curso anterior. Una plantilla con más músculo, más experiencia y que, a priori, cuenta con lo que solicitó en verano Pagès; rebote que dé transiciones.
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