Oriol Pagès, en la rueda de prensa en la que se ha despedido como técnico del Bàsquet Menorca

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El hasta ahora entrenador del Bàsquet Menorca, Oriol Pagès, se ha despedido este lunes por la tarde, después que el club le comunicase su cese. Arropado por miembros del equipo de LEB Plata, el cuerpo técnico y la junta directiva, además de por Clara, su pareja, el preparador catalán ha entonado su adiós, emocionado. El vacío, de momento, lo ocupará su ayudante, Javi García Panizo, sin confirmar el club a «Es Diari» si es temporal o hasta final de curso.

«Me marcho orgulloso por el camino hecho, por haber puesto mi granito de arena a ayudar a crecer un proyecto de baloncesto, que es el deporte que me apasiona, en Menorca, que es para mí mi casa. Lo que se ha conseguido hacer desde que se abrió el Pavelló el 2017 hasta ahora era en aquellos momentos inimaginable y repito, me siento orgulloso de haber podido aportar mis conocimientos», señaló Pagès.

Evidentemente, ha reconocido el ‘coach’, «estos cuatro años están cargados de aciertos y errores pero todas las decisiones se han tomado pensando siempre qué era mejor para el equipo. No hay nadie que sea más crítico conmigo que yo mismo y pienso que este es el camino para mejorar», ha subrayadp.

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Además de la satisfacción por la trayectoria y los resultados, el hasta ahora entrenador no ha tenido reparos en asegurar que «marcho triste y decepcionado porque no se me ha dejado acabar el trabajo que se me había encomendado esta temporada. El equipo va segundo clasificado y está en disposición de luchar por el ascenso, que es el objetivo que nos habíamos propuesto. Pero todos sabemos que el deporte no tiene memoria ni entiende de sentimientos», ha dicho.

Los medios de comunicación, el público de Bintaufa –«siempre será una señal de identidad de este club», ha remarcado-, las decenas de mensajes de apoyo, los jugadores y miembros de los diferentes staff técnicos, con menciones especiales a Pitu Jiménez, Javi García Panizo, Manu Benito y Miki Ortiz, y, especialmente, su familia y amigos ha centrado buena parte de la intervención emocionada de Pagès.

«Me he dedicado a este club en cuerpo y alma, lo he sentido como mío y lo he querido. Sin lugar a dudas, éste no era el final que hubiera deseado, pero así es el deporte. Hoy dejo de ser el entrenador del Bàsquet Menorca pero siempre quedarán por mi memoria los grandes momentos vividos durante estos 4 años», ha concluido mientras recibía un sentido aplauso de los asistentes.