El entrenador del Hestia Menorca, Javi Zamora, se dirige al grupo durante un entrenamiento previo al estallido del brote. | Gemma Andreu

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Un guión alterado. Hestia Menorca y Círculo Gijón destacan en el presente como principales exponentes de dos enclaves que en su momento alojaron la selecta Liga ACB. Lustros después de aquel tiempo de exuberancia deportiva –2011, último precedente insular; a 2002 se remonta el canto del cisne asturiano–, y por medio de un par de proyectos precisamente impulsados a partir de los vestigios y legado de sus clubs predecesores, el destino ha deparado que la plaza menorquina y la gijonesa entrecrucen sus caminos con motivo de una empresa de más modesto botín en parangón al dorado ciclo anterior –pero que al cabo, la meta posterior y definitiva sí podría dejar a uno de ambos justo una categoría por debajo de la galaxia ACB, lo cual no es premio menor.

En ese tránsito cruzado, y en virtud del recorrido demostrado y delineado a lo largo del año deportivo –y de la clasificación conseguida por el Menorca, tercero del Este, y el Gijón, séptimo del Oeste–, el guión de la eliminatoria, contextualizada en la primera ronda de la fase de ascenso a LEB Oro, advertía un evidente pronóstico y favoritismo de color menorquín.

Sin embargo, los acontecimientos que desde hace algo más de una semana se han sucedido en seno del Hestia Menorca, detectándose un primer caso positivo por covid en la tarde del jueves, preámbulo del estallido del brote en el seno de la plantilla (diez infectados confirmados en la matinal del pasado domingo; nueve jugadores y uno de los entrenadores asistentes), que además ha significado el más numeroso de cuantos se han producido en la Isla desde el mes de enero, han propiciado un cambio sustancial en la perspectiva del enfrentamiento –siempre que este pueda finalmente celebrarse; por el momento atrasa a 9 y 12 de mayo–, detonando todos los vaticinios y supuestos prestablecidos.

Resulta inviable, dada la incertidumbre que se ha cernido en el futuro inmediato del equipo menorquín, prever en qué circunstancias podrá afrontar este par de partidos, pero lo que sí es innegable es que en base al preludio en el que se encuentra, su condición de favorito se percibe, a lo menos, muy discutible.

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