Imagen del partido entre el Hestia Menorca y el Zornotza. | Antxon Castresana

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Final de trayecto. El proyecto del Hestia Menorca deberá cuanto menos aguardar un año más para poder ostentar estatus de LEB Oro. Así lo dictaminó la derrota, contabilizando el cómputo de la eliminatoria, del equipo menorquín a manos del Zornotza Saskibaloi Taldea, puesto que el registro conseguido (79-71) se distinguió insuficiente para invertir el -11 sufrido en el partido de ida en la plaza vasca y por añadidura, para avanzar a la última ronda de la fase de ascenso.

Fue un encuentro fragmentado en dos tramas muy diferenciadas. Hasta el descanso, la dinámica menorquina destacó por inmejorable, cosechando un +16 para ganar los vestuarios; tras el mismo, solo la garra y el deseo mitigaron el alarmante desplome que evidenció en su juego el Hestia Menorca, a pesar de lo que incluso disfrutó de la última posesión –y lanzamiento– y por tanto, de la opción de ganar hasta el final (79-71).

Menno Dijkstra, con una primera mitad sobresaliente (16 puntos y demoledor en los aledaños del hierro) y por contra una segunda en la que acumuló más oscuros que brillo, un combativo Drew Guebert –11 tantos y 7 capturas, además de su constante actividad– y diversos momentos de Xavi Hernández (13) se significaron los rostros a rescatar, desde una perspectiva individual, en un colectivo en el que si bien fallaron demasiados elementos (Diatta, De Assis, Corbacho, Otegui...) y otros aspectos – a la excelente puesta en escena del inicio de partido no le fue paralela capacidad de respuesta para revertir el crecimiento del rival en el tercer parcial–, nunca desistió en su empeño y convicción de perseguir y poder obrar la remontada.

Muy especialmente en virtud de su térmico primer tiempo. No en vano, el Hestia Menorca ni precisó medio partido para igualar y superar la desventaja acumulada en la ida. Dijkstra, colosal en la zona, y apoyado por Víctor Moreno desde el exterior, concedió los primeros márgenes al Hestia Menorca (7-2; 9-5; 20-17, primer cuarto). Exuberante en defensa, con un plan muy definido en ataque y un despliegue de energía colosal en ambos lados de la pista, el Hestia Menorca por momentos hasta desquició al Zornotza en el segundo cuarto, con 16-6 de salida para un ilusionante 36-23 a 4:22 del intermedio, que se incrementó a una máxima de +16 (43-27; 45-29 tras acierto de Julio de Assis, descanso, y +5 de renta en el global del cruce).

Pero la detención desembocó en un guión totalmente alterado al reanudar el juego. Bryson Robinson entró en combustión para Zornotza, que también mejoró desde la dirección (soberbio Cabrera, autor de 18 tantos además) y aumentó su rigor defensivo y físico, lo que se tradujo en un 48-43 superado medio tercer cuarto. En ese intervalo, asimismo, el Hestia Menorca se cortocircuitó –solo sumó desde el tiro libre, a excepción de un triple de Xavi y otro de Guebert, ambos casi al final del periodo.

Esa precariedad anotadora comprendió una doble problemática; por un lado, permitió al Zornotza no perder el hilo del partido y recortar la distancia, y por otro, hizo mella en la confianza del equipo menorquín, atenazado, encogido, colapsado... lo que tuvo un claro reflejo, por ejemplo, en los tiros libres (11 de 19, ni alcanzó el 60%) o en el 1/7 que Corbacho presentó desde el triple. Con todo, más por brega, defensa y corazón que no por juego, el Hestia Menorca tomó aire para liquidar el tercer intervalo (58-49). Todo era posible, pero el cuarto definitivo empezó del peor modo –antideportiva de Dijkstra que permitió al Zornotza acercarse a cuatro puntos (58-54); y luego a uno (58-57 a 8:14).

La defensa, un par de aciertos aislados de De Assis y Méndez (65-57) y los mejores momentos de Xavi Hernández dieron para la reacción y para volver a creer (73- 64; 2:42), a lo que continuaron un par de triples de Pitu (76-66 a 1:10, y otro más en el minuto final 79- 69, +10). Pero el cuadro vasco supo gestionar mejor la situación en esos instantes de alta tensión (79- 71), mientras que el equipo menorquín malgastó su doble oportunidad (Adri y Pitu). El Zornotza avanza y aborta el sueño menorquín de poder ser de LEB Oro.