Sergio Llull, en gesto de alegría tras una victoria con la selección española; el base de Maó, en el umbral de convertirse en el primer deportista menorquín en participar en tres Juegos Olímpicos

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Sergio Llull Melià (Maó, 1987) ha disfrutado de un breve periodo de descanso en Menorca, que prolongó hasta este jueves en compañía de su familia. El icónico jugador del Real Madrid, antes de regresar a la capital del país, y con la amabilidad que le caracteriza, atendió en exclusiva a este diario. El análisis de una temporada insustancial en cuanto a títulos pero de un mérito excelso en lo que atañe al rendimiento, tal y como dictamina la condición de subcampeón ACB del equipo blanco tras conseguir burlar infinidad de complicaciones y con el menorquín ataviado como héroe en las semifinales contra el Valencia, junto con el horizonte de sus terceros Juegos Olímpicos, este verano en Tokio, compendian el eje central de nuestra conversación con el mejor deportista menorquín de todos los tiempos.

«Entre covid, lesiones y la partida de varios jugadores importantes del equipo durante la temporada, ha sido un año difícil, pero al final el equipo ha sacado el carácter y las ganas de competir que siempre ha demostrado, aunque fue una lástima; finalistas de Copa, de Liga ACB, nos quedamos muy cerca de jugar la Final Four de la Euroliga… y con un año sin títulos, en el Madrid, no puedes estar satisfecho», reflexiona Llull acerca de la recién finalizada temporada.

En el aspecto individual, además de pulverizar durante el curso 2021 la marca de más de 500 partidos disputados en ACB, hábitat donde acumula quince años al máximo nivel, el base forjado en la cantera de La Salle, por enésima ocasión, ha reivindicado su estatus de líder y alma del Madrid. Su actuación en semifinales ante el Valencia, en la que reapareció tras varios días ausente por lesión para conducir la clasificación ‘merengue' hacia la final, la décima de liga que alcanzó el mahonés, un último y muy revelador botón de muestra. A sus 33 años de edad, su renovación por un año más por el conjunto de Pablo Laso se entiende una consecuencia natural.

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