Un horario inusual, y al que obliga la huelga de los TCP de Vueling, que amenazaba con dejar al equipo menorquín en tierra, en tanto que su intención era jugar el domingo (aunque el club catalán no ha puesto reparo alguno en avanzar el partido).
Después de tres semanas alejados de la actividad, los hombres de Gino Rovellada retornan a ella en pista de uno de los equipos que alcanzó el cierre de 2022 en mejor momento. «Un equipo que es un histórico del baloncesto catalán y español y que a causa de las lesiones no tuvo un buen inicio de liga, pero que se ha recuperado», matiza en ese sentido el técnico del Pinta B Es Castell. Con todo, Rovellada confía en que el parón navideño pueda «afectar» al Tarragona, sexto clasificado, con un récord de 6-5, y que arribó el mismo con una racha de tres victorias consecutivas.
La vuelta al roster catalán del jovencísimo ala-pívot maliense Ousmane Ndour (21 puntos por partido de promedio en dos jornadas) ha repercutido en forma determinante en la recuperación y mejora del Tarragona. «Han recuperado su juego interior, con todas las posibilidades que ese jugador les concede», indice Rovellada, consciente de que una de las claves para tratar de sumar la que sería su segunda victoria seguida afuera de su pista (Es Castell venció en cancha del CN Helios maño en su último desplazamiento de 2022).
Ausencias
Hacer que sus pretensiones cristalicen en realidad obligarán al Pinta B Es Castell, otra vez, a tener que gestionar sus opciones de partido sin el concurso de Biel Torres (el ala-pívot mallorquín, fundamental en el roster de Rovellada, no ‘llega’ a la cita; se confía en que sí pueda estar dentro de siete días contra el CB Navàs en la Isla) ni de Christian Hernández, también lesionado desde hace semanas.
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