Sergio Llull, ayer, durante su comparecencia de prensa previa a la Final Four de Kaunas, en la que el Barça será el primer rival. | Chema Moya

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Sergio Llull Melià (Maó, 1987) afronta esta semana con el Real Madrid la que será su novena Final Four de Euroliga (todas disputadas con el equipo blanco). Será en el Zalgirio Arena de Kaunas donde el mejor deportista menorquín de todos los tiempos tratará de conquistar su tercer cetro en la competición, tal y como hizo con antelación en Madrid 2015 y Belgrado 2018.

La acción inicia este viernes, y con el Barça como primer rival para reeditar una semifinal que ya se dio el año anterior (terminada con triunfo blanco, para ceder posteriormente en la final contra el Efes turco) y a la que llega el Madrid luego de protagonizar una histórica eliminatoria del Top 16 contra el Partizán de Belgrado, en la que Llull y sus compañeros fueron capaces de remontar un 0-2 adverso luego de perder los primeros dos partidos en la capital del país (y en un segundo duelo que incluyó una batalla campal a su final).

A ese cruce contra el campeón serbio, entre otras consideraciones, aludió ayer Llull, en una conferencia de prensa expresamente concertada para analizar esta apasionante F4 lituana, y en la que el jugador forjado en la cantera de La Salle incidió claramente que «estar aquí» es uno de los «grandes objetivos del año».

Lucha

«Creo que cuando te vistes con esta camiseta es el objetivo que se tiene año tras años, el de llegar a una F4 y luchar por poder ganarla. Hemos hecho una buena Euroliga, hemos cumplido este mini objetivo y ahora tenemos que intentar ganarla, que no es fácil. Habrá que hacer un buen partido contra el Barca para pasar y tener opciones de levantar el título», expresó Llull en manifestaciones que recoge la agencia Efe. El jugador menorquín del Real Madrid asegura que «no hay dudas dentro del vestuario». «Defendemos la camiseta del Real Madrid e intentamos estar siempre arriba en las dos competiciones. La F4 se nos puso muy cuesta arriba, cambiamos el chip y volvimos a demostrar que este equipo se crece cuando juega sin red y son finales, y es lo que vamos a hacer en Kaunas», apuntó.

«Los jugadores de más experiencia podemos dar algún consejo o explicar un poco las sensaciones que te producen una F4, pero sobre todo hay que intentar liderar con el ejemplo. Rudy Fernández se tiró ante el Partizán tres veces a por un balón y si lo ves y tienes 20 años no te queda otra que dar tu cien por cien para ayudar», revisó el de Maó sobre el papel de los veteranos, clave para la remontada ante el Partizán. El viernes tocará una semifinal ante el Barça y para Llull, de cara a un Clásico, «los precedentes sirven muy poco». «Da igual incluso como llegue un equipo, sigue siendo una semifinal de la Euroliga y hay que intentar jugar al cien por cien para tener opciones de ganar», precisó.

Llull, que este año está disfrutando de un protagonismo menor que en años precedentes, también producto de una reciente lesión de rodilla, garantiza estar «preparado, como siempre».

«El paso de los años está ahí y tienes que ir adaptándote a otra manera de entender y de jugar al baloncesto. Yo estoy preparado para cuando el entrenador lo necesite, incluso cuando no juegue, para animar y echar una mano desde el banquillo», subrayó el menorquín, que por último, aludió al denominado ‘ADN’ madridista, «que es el carácter de no rendirse nunca», y consideró que cada ‘F4’ que ha vivido, desde la primera en Barcelona 2011, hasta la última, en Belgrado (donde además ganó su pimrer título) «es especial». «Llegar es un logro porque la Euroliga es cada vez más exigente. A mí se me queda alguna derrota que todavía escuece y también las dos que ganamos por la sensación de haber hecho bien el trabajo y que crea adicción», apostilló Llull.