El Hestia Menorca tumba al líder

Puesto que el conjunto que dirige Diego Epifanio ‘Epi’ sufrió la versión más intensa, soberbia en defensa y de mayor corazón que es capaz de ofrecer el colectivo que dirige Javi Zamora. Superior en el rebote, partida que ganó por 41 a 28, el equipo menorquín ofreció también una lectura de situación en ataque y una dureza mental que le permitió sobreponerse a los intentos de un rival que, a pesar de verse maniatado en muchos fragmentos del partido y nunca se sintió cómodo en el mismo, vislumbró el final de la velada con posibilides de ganar.

Y en un triunfo en el que prevaleció el colectivo y la labor de todo el equipo, no faltó el protagonista, el héroe a título individual, que como ya es costumbre, respondió por Diego Alderete, autor de 20 puntos, a los que añadió seis rebotes y 24 créditos de valoración, una estadística que incluyó también un par de tiros libres en el ‘rush’ final para blindar un triunfo en el que el Hestia Menorca creyó desde los albores del partido.

Anulando el eje ofensivo del Coruña (Yunio Barrueta, uno de los anotadores más reputados de la liga, terminó en 3 puntos; Huskic, con 1, y Jakovics, con 6), lo que se extendió a lo largo de los 40 minutos, el Hestia Menorca empezó a ganar un duelo en el que supo mandar en el arranque. Clevin Hannah, con cinco puntos, producidos en una acción terminada con una ‘bomba’ al más puro estilo Navarro y un triple, inauguraba el guarismo y concedía la primera renta al equipo local (5-0), en lo que asimismo suponía un doble mensaje al adversario; la vitola de invulnerable líder no intimidaba; y que no era una noche para correr (el Hestia Menorca supo sacrificar su ‘chance’ para jugar a campo abierto con el objeto de tener un partido a 5x5 continuado, planteamiento que por añadidura desvirtuó gran parte del arsenal rival).

Sólido, energico e intenso en defensa, el Menorca, a partir de ahí, redactó su plan de partido, siempre complicando el ofensivo gallego, aunque el Coruña logró hilvanar algunas secuencias de puntos muy consecutivas, que sostuvieron sus esporádicas ventajas. Como por ejemplo el 5-11 tras una ruptura de 0-11; o el 13-17 al terminar el primer parcial.

El segundo cuarto registró al mejor Menorca en el apartado ofensivo. Diego Alderete, con seis puntos anotados de modo consecutivo, convertidos con un tiro perimetral, un par de ensayos libres y la culminación de una acción de transición (19-17), recuperaba para el equipo de Javi Zamora el mando en el marcador. De inmediato, el protagonismo lo asumió Hannah con un fantástico triple (22-17).

El Hestia Menorca soportaba cada embate rival. Font en el exterior y el grandioso Diagne por dentro, ante el poco acierto de los teóricos ‘primeros espada’, desempeñaban y fundamentaban el ataque gallego. Una lucha de fuerzas que tuvo su reflejo en el guarismo al intermedio (31-31).

Si acaso se podía, el Menorca intensificó su rigor defensivo en el tercer y último cuarto, en los que dejó en 12 y 8 puntos al Coruña, al mejor ataque de la liga, aunque sin estar exento su triunfo de sufrimiento. La cuarta falta de Stoilov, las dificultades de Hannah en ciertos pasajes de la segunda mitad para dirigir y por supuesto, la calidad del colectivo gallego, empinaban de nuevo el partido (31-37 tras un discutible 3+1 convertido por el letón Jakovics). Pero Alderete apareció otra vez, con dos acciones, una de triple, para invertir de nuevo el marcador (40-39). Se llegó al término del tercer cuarto con todo por decidir (43-43).

El reciente fichaje menorquín, Jakob Grandison, que poco antes había experimentado sus primeros minutos con su nuevo equipo, hizo un mate en transición para el 48-45, y a partir de ahí, muy poca producción en juego, surgiendo la mayor parte desde el tiro libre, que de hecho resultó capital para que el Leyma Coruña enfilara el final con opciones. De lo contrario, el inesperado triunfo del Menorca habría sido más desahogado.

A dos minutos de la conclusión, Arteaga avanzó al Menorca en +3 (52-49). McDonell acercaba al Coruña desde el 4.60 (52-51) y a 20 segundos, Alderete erraba desde esa distancia dos veces, pero Tomaic cazó un rebote de oro, hizo el 54-51 y el gran capitán, poco después, se resarció, no erró y cerró el triunfo (56-51). Una noche mágica.