El base catalán del Hestia Menorca, Pol Molins, en una acción ofensiva en la que intenta burlar la defensa de un rival para anotar, durante un partido de esta temporada en el Pavelló Menorca. | Katerina Pu

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Nueva oportunidad para el Hestia Menorca esta tarde, con motivo de la jornada 12 de LEB Oro, en la que el equipo de Javi Zamora visita al Alimerka Oviedo, al que busca sorprender para poder certificar la que sería su tercera victoria de la temporada, primera fuera de la Isla, y con ello, detener la hemorragia que le ha generado un trecho de seis jornadas consecutivas sin resultados positivos (Polideportivo Municipal El Pumarín, 17.00 horas).

Por contra, el equipo ovetense, proyecta un reflejo opuesto al del colectivo menorquín. Noveno clasificado, capaz de derrotar en las primeras dos fechas de liga a San Pablo Burgos (ningún otro conjunto ha conseguido emularle) y a Estudiantes, que se presenta en el partido enrachado con tres victorias consecutivas, trecho en el que ha promediado 85 puntos por cita –con 80 por duelo, es el quinto ataque más productivo de todo el universo LEB Oro–, lo que le ha servido para corregir un bache que llegó a ser de tres derrotas seguidas, el Alimerka Oviedo, desde hace algún tiempo el principal exponente del baloncesto asturiano, no se presume el adversario idóneo para un equipo urgido de triunfo, y que en solo dos de sus últimos seis partidos ha superado o merodeado la ochentena de tantos, como es el menorquín.

Pero el destino así lo impone. En cualquier caso, la capacidad mostrada en su momento para someter al Leyma Coruña o al Amics Castelló –siempre al amparo del Pavelló, eso es cierto– son precedentes que prueban que el Hestia Menorca atesora suficiente nivel para mirar de igual y competir a cualquier rival. Del mismo modo que existen otros factores que alimentan el optimismo.

Como la mejora de Víctor Arteaga de su dolencia en la espalda, el retorno al equipo de Clevin Hannah, después de viajar a Estados Unidos y perderse la cita contra el HLA Alicante –movimiento en el que el club hizo gala de una generosidad quizá hasta impropia a estos niveles–, como la recuperación y por tanto, progresiva integración de Eric Demers en la dinámica grupal, una vez ya suma un partido desde su reaparición, al igual que suma un encuentro Tom Digbeu, y del que por tanto cabe advertirle más integrado en su nuevo destino. O como la llegada del experimentado interior serbio Oliver Stevic, esta semana, una operación desvelada en exclusiva por este diario el pasado lunes, y de la que resta por ver su impacto y el rol que asume el ex de Gran Canaria y Penya en el equipo. De momento, carece de ficha, por lo que no jugará en la latitud asturiana.

Eso sí, es otro elemento, de los varios referidos, que ha tenido su efecto revulsivo en los últimos días de rutina de un equipo lastimado en su ánimo, puesto que no siente retribuido en forma de victorias su trabajo y su insobornable compromiso, y que como su líder y técnico Javi Zamora anotó, ya anda necesitado, emocionalmente, de rememorar el sabor de la victoria. El anhelo de todos, pleno, es que la actividad llevada a cabo en los últimos días en los despachos disponga de su primer efecto en la capital del Principado asturiano. El Hestia Menorca, que ha dejado fuera de convocatoria a Joshua Tomaic y a Pablo Suárez, calibra hoy ante el Alimerka Oviedo hasta que punto le rinde rédito ese rearme en plantilla que ha llevado a cabo durante esta semana.