Los jugadores del Hestia Menorca, entre los que todavía aparece Joshua Tomaic, que ya no forma parte del grupo, eufóricos tras su victoria sobre el Leyma Coruña, sin duda el triunfo más sorprendente de los cinco que suma el equipo | Gemma Andreu

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El Hestia Menorca, en virtud de la victoria obrada a mediodía del pasado domingo sobre el Baloncesto Fuenlabrada, 75-81, consigue alcanzar el ecuador de su temporada de estreno en LEB Oro fuera de la zona de descenso; dentro del objetivo por tanto, cuando ya ha consumido la mitad de su calendario.

Llegados a este punto intermedio del curso 2024, es momento para analizar, tanto el recorrido que se ha delineado como lo que puede deparar el segmento de calendario restante, en el que la finalidad del Hestia Menorca será tratar de no perder altura y persistir por encima de los tres últimos puestos, lo que será sinónimo de continuidad en la segunda división del baloncesto español.

En objetivo

El Hestia Menorca está cumpliendo, está dentro de su objetivo. Diecisiete partidos después de estrenar su estatus de equipo de LEB Oro, en casa contra el Melilla en el albor del mes de octubre de 2023, el equipo de Javi Zamora ocupa el décimo quinto lugar de la clasificación, con cinco victorias en su casillero, por doce derrotas, cuando se avista la última jornada de enero. El colista Rioverde Clavijo (3-14), Amics Castelló (4-13) y Cáceres (5-12) orbitan por debajo del equipo menorquín, que asimismo advierte el duodécimo puesto, que actualmente pertenece al Real Betis, a solo un partido de distancia.

El Menorca, la práctica totalidad de la primera vuelta, ha residido en zona de descenso (oscilando entre el antepenúltimo y el penúltimo lugar), por lo que cabe poner de relieve su capacidad y sentido de la oportunidad para poder asomar justo por encima de la misma cuando la temporada deja atrás su primera mitad.

Defensa

La defensa ha destacado como un precepto insobornable en el manual de uso del Hestia Menorca, como clave perenne en cada uno de sus cinco triunfos. El colectivo insular es, tras el Clavijo (65.4) el equipo que menos puntos promedia por partido en su ofensiva, con algo menos de setenta convertidos por duelo (69.5), lo que obliga a ostentar un tremendo dispositivo defensivo. El grupo de Javi Zamora en solo un partido ha recibido más de 90 puntos (95, contra Cantabria, en una cita en la que el cuadro montañés elevó su grado de acierto por encima del 80 por ciento). Y en siete, ha dejado a su rival por debajo de los 75. En cuatro de sus cinco victorias, ha sobrevivido por encima de los 80 tantos, por lo que las cuentas para analizar sus alegrías, son obvias, y aún siendo la defensa la base en que reposa la estructura grupal, también se ha sabido responder en ataque y no solo en momentos puntuales.

Crecimiento

El crecimiento del equipo hasta la fecha y desde que la temporada alzó el telón, ha sido evidente. De lo contrario, difícilmente el equipo menorquín se encontraría fuera del descenso con media liga recorrida. Y en ese sentido, ha sido fundamental la capacidad del club de saber operar en el mercado con diligencia. La temprana lesión de Eric Demers obligó a precipitar la venida de Jacob Grandison. El ex de Duke, tras un lógico proceso de adaptación, ha ayudado, tanto desempeñando diversas funciones en el ‘backcourt’ como con actuaciones muy concretas (por ejemplo en Oviedo, donde fue vital, con sus triples, para un total de 20 puntos, en la consecución de la primera victoria fuera de la Isla). Termina contrato a finales de este mes.

Otros refuerzos han sido el del experimentado pívot serbio Oliver Stevic, fichado a inicios del pasado mes de diciembre, y el del joven exterior franco español Tom Digbeu, que ha llegado a la Isla cedido por el Gran Canaria. El rendimiento de uno y otro no se asemeja, pero ambos han ofrecido su efecto revulsivo y han sumado al grupo. Al margen, Joshua Tomaic, uno de los rostros del ascenso, optó por abandonar el proyecto hace un mes.

Mentalidad

El Hestia Menorca ha hecho también acopio de una capacidad y fortaleza mental digna de mención, lo que le ha permitido sobreponerse y superar su momento de mayor adversidad, que se dio cuando encadenó seis derrotas consecutivas entre noviembre y diciembre, como también no sucumbir a la euforia excesiva cuando celebró victorias imprevistas (ante el ahora flamante finalista de Copa, el Leyma Coruña, o a domicilio en Oviedo), ni a la frustración cuando encajó algún resultado demasiado abultado (Real Betis, Estudiantes u Ourense). En una liga en la que predominan los resultados no convencionales, el Hestia Menorca tiene la lección totalmente aprendida; cada partido es una historia, cada partido debe jugarse.

También a nivel de club, y al margen de plantilla y cuerpo técnico, se ha sabido afrontar el estreno en LEB Oro con la mentalidad adecuada. Todo el mundo sabe en Bintalfa que la meta es terminar la jornada 34 fuera de la zona de descenso. Hasta ese entonces, cualquier juicio de valor carece de fundamento.

Factor Stevic

En el caso del interior exyugoslavo, además de su impacto a modo de revulsivo, su calidad y experiencia han concedido al grupo una mejora y equilibrio evidentes. Tanto en lo individual como en lo colectivo. Con casi doce puntos y más de seis rebotes de promedio por partido (y 16. 3 créditos de valoración por cita) y la inteligencia con la que acomete cada movimiento en la pista, la presencia de Stevic, además, ha repercutido en la progresión de Víctor Arteaga. El conquense, una vez mejorado de sus problemas de lumbalgia, ha dado con el socio perfecto en la zona, y de hecho, el crecimiento que exhiben sus cifras, así lo confirma. También la confianza que muestra en su juego. Su presencia esta semana en el ‘quinteto de la jornada’, una constante en las últimas fechas, así lo corrobora.

Tripleta ACB

El Hestia Menorca, también desde la venida de Stevic y la mejora en prestaciones de Víctor Arteaga, ha sabido afianzar un eje a tres vértices en el que ambos pívots, junto con el genial Clevin Hannah, conforman una columna vertebral de claro corte ACB. Calidad, liderazgo, la responsabilidad con la que ejecutan cada acción, su saber estar y hacer en la pista… si este trío del que ninguno de sus integrantes rebaja de los 30 años de edad –lo que equivale a muchas horas y partidos y de experiencia– mantiene su nivel, la senda hacia la permanencia estará de lo más despejada para el proyecto insular, el club más joven de cuantos se encuadran en la LEB Oro 2024. Sin prescindir, lógicamente, de otra serie de elementos, ya sean Álvaro Sanz, Pol Molins, Alderete, el propio Eric Demers, que incrementa su condición de amenaza a medida que se amontonan las jornadas, Grandison, Omar Lo (determinante en alguna de las victorias) o Emil Stoilov, al que su inoportuno esguince le ha apartado cuando disfrutaba de sus mejores momentos del año.

Lo que queda

Diecisiete partidos restan al Hestia Menorca en su trayecto hacia la permanencia, ocho de ellos en casa, y nueve fuera. Dado que el calendario es asimétrico, el Alimerka Oviedo, ante el que el cuadro menorquín jugó hace menos de mes y medio, será el primer rival de la segunda vuelta, este domingo en la Isla. Tras ello, deviene un tramo de calendario, hasta marzo, que apunta a terrorífico (Ourense, Estudiantes, Burgos, Gipuzkoa, Alicante y Valladolid), por lo que la premisa debe ser tratar de no alterar la hoja de ruta de la que ha hecho gala el Hestia Menorca a lo largo de toda la primera vuelta; cada partido es una historia, cada partido debe jugarse. Total, nadie dijo que un primer año en LEB Oro fuera a ser fácil. Pero ha discurrido media liga, y el Menorca reside fuera del descenso. Algo bien habrán hecho en Bintalfa.

El apunte

Hannah, Arteaga y Stevic, los líderes estadísticos del equipo insular

El base norteamericano Clevin Hannah y el interior conquense Víctor Arteaga están destacando como los rostros más prominentes, a nivel estadístico, del Hestia Menorca en la primera mitad de temporada. También el serbio Oliver Stevic, con menos partidos sin embargo, puesto que se incorporó al proyecto hace poco más de un mes, firma unas cifras de lo más respetables (casi 12 puntos y más de seis rebotes por partido).

En lo que atañe a Clevin Hannah, es el mejor anotador del equipo, con 14.7 puntos por cita (y noveno en el ránking de la liga). El base de Rochester es también el jugador que más asistencias reparte (3.7) y balones roba (1.4).

En rebotes totales, Arteaga, con 6.2 capturas por duelo (en diecisiete partidos), lidera la estadística del equipo y es undécimo de la liga. En ofensivos, Arteaga y Omar Lo igualan con 2.29 rechaces por partido. Arteaga manda también en tapones (1.35; siendo segundo en toda la liga) y valoración (13.71), apartado en el que Hannah es segundo en el equipo (13.69).