El base del Menorca, Clevin Hannah, se apresta a anotar bajo hierro en presencia de los ex de Estudiantes Víctor Arteaga y más alejado, Diego Alderete.    | Josep Bagur Gomila

TW
0

El Hestia Menorca se mide a mediodía de hoy domingo con Movistar Estudiantes en Maó, en el considerado como uno de los partidos más atractivos de cuantos contextualizará el Pavelló Menorca en esta temporada de estreno en LEB Oro del proyecto insular, cita correspondiente a la jornada 20 de competición.

Tanto por su condición de sólido líder cuando la liga regular ya ha consumido más de la mitad de su calendario (16-3 de récord), como por la de reciente y flamante campeón de la Copa Princesa, el colegial es el equipo con mayor ‘valor de marca’ actual dentro de la segunda categoría nacional, impresión que se incrementa al revisar su historial, que carece de igual entre sus semejantes de esta temporada (campeón de Copa del Rey, subcampeón de Liga y de Copa Korac, así como partícipe, en su momento, en la Final Four de Euroliga, en Estambul ‘92).

Multiplica el atractivo de su presencia en la Isla el hecho de haber sido el vivero en el que se han formado diversos elementos que integran el club menorquín, desde el técnico y arquitecto del proyecto, Javi Zamora, y su asistente Lipe Cristóbal, a jugadores como Diego Alderete, Álex Tamayo, Emil Stoilov y Pablo Suárez, sin omitir la figura de Víctor Arteaga, quien completó en su momento un destacado lustro en el primer equipo del Ramiro, entonces con estatus de Liga ACB.

Sin embargo, tal y como se han encargado de proclamar a lo largo de la semana, tanto el pívot búlgaro, Emil Stoilov (hizo incursión en el club del Ramiro a los quince años de edad; cumplió seis años en la entidad) como el mismo Javi Zamora (sumó una década trabajando en el club estudiantil), escenificando en cierto modo el sentir de todo el ramillete de exEstudiantes que juegan para la Isla, que es momento «de aparcar las emociones y pensar exclusivamente en el juego» (y el baño de nostalgia, en ese sentido, ya tuvo lugar en el preámbulo del duelo de la primera vuelta, disputado en cancha madrileña; 81-56, ganó el ‘Estu’).

Ausencias

Un partido que el Hestia Menorca, salvo sorpresa de última hora, afrontará desprovisto del concurso de Omar Lo, aquejado de ciertos problemas físicos, que ya abortaron su participación en la victoria de Ourense de hace ocho días. Sin embargo, el que a priori parece andar peor dispuesto en ese orden es precisamente el cuadro colegial, que a pesar de haber recuperado al venezolano Michael Carrera luego de cinco partidos de castigo si jugar (reapareció la semana previa), estos días ha visto como el norteamericano Johnny Dee pasaba por el quirófano, para perderlo para varias semanas, al margen de acumular otra serie de jugadores ‘tocados’ cuyo concurso en la Isla, a pocas horas de que alce el telón de la función, es de lo más dudoso (y se quedó sin Francis Alonso, su segundo mejor anotador, hace más de un mes por lesión).

No obstante, Estudiantes alcanza el partido en una racha abierta de cinco victorias (y 9 de 10), lo que detalla que las ausencias y problemas de otra índole que se han interpuesto en su trayecto no han significado un hándicap y por contra, sí un elemento motivacional a partir del que crecer y ganar, razón de ser de su planteamiento de esta campaña para con la plantilla, absolutamente confeccionada y diseñada para recuperar la plaza en ACB que perdió hace ya tres años.

A todo eso tendrá que oponerse el Hestia Menorca, al que en cualquier caso no se le puede discutir que la visita del transatlántico colegial le sobreviene en su mejor momento, de resultados y de juego, puesto que nunca desde que empezó la liga el colectivo de Javi Zamora había sido capaz de encadenar tres victorias consecutivas (cuatro en los últimos cinco partidos), como tampoco con antelación a la venida de Oliver Stevic y a la de Tom Digbeu (con su consiguiente eclosión tras superar una pequeña lesión), el equipo había si capaz de jugar con la solidez y fiabilidad que lleva mostrando en el último par de meses.

Añadirá a eso el cuadro insular el hecho de jugar en condición de local. El Menorca ha decretado ‘Día del club’, lo cual tiene su lógica, dada la talla y prestigio del equipo visitante, y aún a pesar de que el partido será retransmitido por el canal autonómico, se espera una asistencia de las que hacen época, así como el mejor ambiente y la atmósfera más térmica posible, que además contribuyan a que el cuadro menorquín se convierta en el cuarto equipo, tras Oviedo, Valladolid y Leyma Coruña, que durante el presente curso ha sido capaz de tumbar a Movistar Estudiantes.

Y es que a pesar de la disparidad de miras (en realidad, radicalmente opuestas) de uno y otro equipo para la presente temporada, en tanto que el cuadro colegial no tiene otra finalidad que ascender, y el Menorca, que asegurar su permanencia en la categoría, el duelo reúne a dos conjuntos en dinámica ganadora y con plena convicción en sus posibilidades y en su plan de acción.

Bajo esa perspectiva, y ya lo anunció Zamora en su comparecencia previa al partido, contener el rebote (un aspecto estadístico que el Menorca no ha perdido en ningún partido de su actual racha triunfal), no rebajar en ningún momento la tensión defensiva, tratar de controlar, en la medida de lo posible, la solvencia de Estudiantes en su capacidad para dominar los ‘ritmos’ de partido, como también, tratar de reducir su modo de castigar en ataque con elevados parciales en escaso tiempo, deben ser el manual de uso que se aplique el Hestia Menorca para poder tener opciones de sorprender a la escuadra más poderosa de la liga y uno de los clubes con mayor historia del baloncesto español, además de intentar revivir, por elevación, aquella mágica velada de mayo de 2007, en tiempos de ACB, cuando el antiguo Menorca Bàsquet logró tumbar por única vez al gigante colegial.