Hannah, sufriendo un duro marcaje, en cita ante el Valladolid. | Gemma Andreu

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El Hestia Menorca se reencuentra este domingo con el Tizona Burgos, con el que jugó y perdió la temporada previa la Copa LEB Plata, cuya resolución fue en el Pavelló Menorca, y a partir de la cual el paralelismo en el recorrido de ambos equipos fue tal que en el presente sus destinos convergen de nuevo, en esta oportunidad, en LEB Oro (Polideportivo El Plantío, hoy, 18.00 horas).

En este reencuentro, segundo de la presente campaña, entre los que fueron los dos proyectos más solventes de la tercera liga del país la temporada anterior varía el escenario, en tanto que la cita de hoy es en feudo burgalés, como también difieren los objetivos respectivos, puesto que si bien tanto Menorca como Tizona saldrán hoy a la pista con la insobornable ambición de ganar, en el horizonte por el que optan uno y otro media, no un abismo, pero sí una evidente distancia.

No en vano, mientras que el equipo insular que dirige Javi Zamora, tras asegurar la permanencia en la categoría, que era su principal y única meta, vislumbra una ligera posibilidad de terminar en noveno lugar, último que concede plaza en el playoff de ascenso, el conjunto castellano que prepara Diego Ocampo, técnico ganador del título copero en la Isla hace algo más de un año, abre esta jornada como segundo clasificado y en los aledaños del liderato que ocupa el Leyma Coruña y del ascenso directo a la ACB por tanto.

Un ascenso a la primera liga por el que el Tizona opositó directamente por vez primera en la primavera de 2010, siendo entonces el desaparecido Menorca Bàsquet el que cercenó sus opciones en un playoff final considerado, a años vista, como uno de los mejores en la cronología de la segunda liga estatal.

Paradójicamente, lo que es, diríase en cierto modo, la secuela o intento de continuidad de aquel club con origen en La Salle Maó, el actual Hestia Menorca, subyace en el tránsito del Tizona como una amenaza que podría abortar su margen para hacerse con un ascenso directo a la primera liga que nunca ha logrado (pese a sus reiterados intentos tras aquella derrota de 2010 ante el Menorca, que fundamentalmente abortaron las duras exigencias de entonces que imponía la ACB, a nivel económico, para consumar el ascenso deportivo), y que en el presente, a raíz del discreto último tramo de competición que el Leyma Coruña está delineando, localiza a una proximidad impensable hace apenas un mes.

Por lo que el escenario, de dificultad, con el que dará el Menorca, no admite cuestión; un rival enfrascado en la lucha por el mayor premio que alberga la competición, que alcanza el partido después de arrasar al Real Valladolid en pista pucelana (63-94) y que al resguardo de su pista, el Polideportivo El Plantío, ha ganado trece de sus quince partidos, los últimos seis de forma consecutiva, secuencia que ha enmarcado solventes triunfos contra rivales de la talla de Estudiantes o HLA Alicante.

Un rival que, además, ya ganó al Menorca en el partido de la primera vuelta, por un ajustado 77-78, aunque con certeza, la diferencia, en juego y durante el partido, fue mayor a la que acreditó un marcador final que estuvo, al igual que el juego, casi siempre dominado por el cuadro burgalés.

Referencia

Por lo que a partir de tales precedentes, la final de Copa de hace un año y el enfrentamiento de ida de esta temporada, es posible afianzar una idea acerca de lo que deberá superar el Menorca, sin omitir que el Tizona sobresale como el segundo mejor ataque de la LEB Oro (casi 90 puntos de promedio por cita) y que en su roster se alinean nombres y perfiles como el norteamericano Joe Cremo (más de doce puntos por cita firma este año el exescolta formado en la Universidad de Vilanova), Arnau Parrado (11 y 4 capturas por cita) o Gerard Jofresa (10.3 tantos), aunque se trata de un conjunto que fundamentalmente destaca por eso, por ser un conjunto, por su amplitud de plantilla, en la que las individualidades siempre actúan en función del interés colectivo.

El Menorca, sin Pol Molins ni Omar Lo (que salvo mayúscula sorpresa, tampoco jugará hoy), tratará de contener todo ese caudal de virtudes y recursos para obrar una sorpresa, en forma de victoria, que le permita soñar con el playoff, clasificación para el cual le permitiría concluir su temporada de estreno en LEB Oro con sobresaliente nota.