Recibimiento. El ciclista de Ciutadella observa la pancanta con la leyenda de subcampeón del mundo. | Jaume Morey

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Albert Torres y su medalla de plata mundialista ya están en Palma de Mallorca. El ciclista ciutadellenc aterrizó anoche en el aeropuerto de Son Sant Joan, acompañado por su novia, la también ciclista Mar, ambos procedentes de París, y se topó con la sorpresa de un cálido recibimiento a cargo de familiares y amigos residentes en la isla vecina y medios de comunicación. Las autoridades políticas no pudieron asistir ya que permanecían en la reunión de federaciones que se celebraba a la misma hora.

Albert, con la medalla de plata colgada al cuello, que consiguió hace justo una semana en el Velódromo Nacional de París, en la modalidad de sctratch individual, se mostró feliz y sorprendido por este recibimiento mientras era abrazado y felicitado por todos. «Estoy muy contento y mi valoración del Mundial sigue siendo muy positiva porque yo sé el esfuerzo que supone ganar tres medallas seguidas en tres mundiales», dijo anoche a «Es Diari», recordando que «la madison no puede ser una decepción porque llegamos al último sprint con opción de ganar el oro si hubiésemos quedado por delante de Italia pero tanto éstos como los franceses eran muy fuertes».

El ciutadellenc, que permaneció en París junto a su novia disfrutando de unos días de descanso, participa este domingo en el trofeo Toni Cerdà en el velódromo Palma Arena, aunque ya se centra en las pruebas de carretera. El lunes viajará a Valencia para recibir el premio de la Asociación Española de Prensa deportiva por el oro del año pasado en Colombia, y el viernes vendrá a Menorca para asistir a la Gala del deporte menorquín.