Las inclemencias meteorológicas que marcaron la matinal de ayer sábado en Menorca hicieron que la primera etapa se convirtiera incluso en más dura

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La sorpresa de la primera jornada de la Volta Cicloturista Internacional a Menorca debían ser ayer los cohetes que se lanzaron desde el tejado del Ayuntamiento de Maó, a falta de dos minutos para las 9 de la mañana, con motivo de los 20 años de la prueba, uno por cada edición. Pero lo que realmente marcó la jornada fue la intensa lluvia que acompañó a los participantes a lo largo de todo el recorrido. Un temporal de agua, frío y viento que iría de menos a más y que puso a prueba la capacidad de resistencia de los cicloturistas, añadiendo un punto de sacrificio al habitual transcurso plácido de la Volta de otros años.

De los 320 participantes que pasaron por el control de firmas ayer en la Plaza de la Constitució de Maó y que después cruzarían el arco de salida, sólo la mitad decidió continuar hasta el final, en una de las ediciones más épicas que se recuerdan. En este sentido, la organización tuvo ayer que esforzarse de lo lindo para garantizar la seguridad de todos los participantes y por ello tanto los vehículos de carrera como los equipos motorizados, acompañados por la Guardia Civil de Tráfico, llevaron a cabo una labor de seguridad preventiva que motivaría la suspensión del ascenso previsto en s’Enclusa de Ferreries, ya que podía poner en riesgo la integridad de los cicloturistas en el momento del descenso.

Sin embargo, se pudieron completar el centenar de kilómetros previstos para este sábado, que después de recorrer el puerto de Maó, saldrían dirección Fornells, para después proseguir por el Camí de Tramuntana hasta Es Mercadal y así subir hacia Ferreries, donde se hizo un avituallamiento, en el Polígono Industrial, para continuar seguidamente, dirección Es Migjorn, ya de vuelta hacia Maó, pasando de nuevo por Es Mercadal y bonito el Camí d’en Kane.

«Vivimos una primera etapa muy diferente a las que muchos recordamos de la Vuelta Cicloturista, con un paisaje que parecía de invierno y que la convirtió en más exigente, donde los participantes tuvieron que esforzarse por luchar contra los elementos naturales», explicó Arturo Sintes, Director de la Prueba. En el corte de cinta donde participó el alcalde de Maó, Héctor Pons y la gerente de la Fundación Turismo de Menorca, Elena Costa, no faltaron ninguno de los invitados previstos; Mavi García, del Equipo Aleno BTC Lubljana, el exciclista profesional de Bunyola, Toni Colom, la periodista deportiva, Ainara Hernando, y el presidente de la Federació Balear de Ciclisme, Fernando Gilet.